8.1. La circulación masiva de bienes y servicios


La circulación masiva de bienes y servicios hizo de la contratación una actividad cotidiana, que exige rapidez y donde la oferta es lanzada simultáneamente a un número indeterminado de posibles contratantes.

En este contexto se tornó imposible aplicar los principios de la contratación tradicional a los contratos de consumo, sustituyéndose las conversaciones previas y las cláusulas negociadas por cláusulas predispuestas por el contratante más fuerte (empresario o proveedor).

Incluso los medios tradicionales de resolución de conflictos se volvieron inoperantes ante esta nueva realidad porque ni la cuantía de los asuntos, ni las urgencias de los adquirentes justificaban los largos y costosos procesos judiciales, todo lo cual derivaba en un estado de indefensión del consumidor ante los abusos de los agentes económicos más poderosos(11).

 

 
(11) Piris, Cristian Ricardo – “Comunicaciones Científicas y Técnicas 2000” – Universidad Nacional del Nordeste.
 
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