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Es un trabajo escrito, anterior a la monografía y que tiene como característica principal la observación empírica de determinado corpus elegido |
Puede dividirse en dos categorías:
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El informe universitario: Consiste, simplemente, en una descripción de los fenómenos observados y. una interpretación de los mismos en virtud de un marco teórico adecuado. |
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El informe de investigación: Se llama así a la presentación por escrito de los resultados de una investigación. |
Es necesario para su realización, explorar un tema y formular un plan de trabajo completo y detallado.
Luego, ordenar los materiales e interpretar los datos, confirmando la hipótesis planteada, con conclusiones firmes que avalen lo presentado.
Luego de la lectura inicial enfocada a la selección de un tema de investigación, necesitamos hacer algún registro para ir avanzando en la fijación escrita de algunas ideas que hemos revisado en la diversidad de fuentes.
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Conviene precisar que entendemos por fuentes de información. Podemos reconocer diversos tipos de fuentes. Según su formato pueden clasificarse en tradicional impreso, microformato, o formato electrónico que tal como su palabra lo indica, es distribuido electrónicamente como el CD ROM o suministrado -también electrónicamente- en línea. También pueden clasificarse de acuerdo al origen. En este sentido distinguimos fuentes de información personales, institucionales y documentales y, según el nivel informativo o contenido podemos hablar de fuentes de información primaria, secundaria y terciaria. |
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Las fuentes primarias incluyen generalmente al libro y a las revistas convencionales. Registran la información que desarrollan contenidos científico-técnicos. Los libros, si bien no se caracterizan por la información reciente, si se destacan por la profundidad del tratamiento del tema. El libro además se corresponde con el manejo de teorías generales y elementos teóricos particulares existentes frente a un problema de investigación. La revista, por su parte, es uno de los documentos más reconocido en el ámbito profesional y académico-científico. El tratamiento de los temas en ella es más breve pero de mayor actualidad. Se corresponde con el nivel de información secundario, es decir, con la información empírica secundaria o indirecta. La revista científica constituye un caso particular de publicación en serie.
Además de las ya mencionadas podemos incluir dentro de las fuentes de información primaria o directa las antologías, artículos de publicidad, monografías, trabajos de grado, disertaciones, documentos y reportes oficiales, trabajos presentados en conferencias, artículos periodísticos, testimonios de expertos, películas, videocintas, software especializado, etc.
Las fuentes de información secundaria son también conocidas como obras de referencia las cuales tienen como finalidad proporcionar datos puntuales de consulta rápida. Son las que contienen referencias a las fuentes primarias. Corresponden a este tipo de fuentes las compilaciones, resúmenes y listados de referencias publicadas en un área de conocimiento en particular. Finalmente, las fuentes de información terciarias corresponden a los documentos que compendian nombres y títulos de revistas y otras publicaciones periódicas así como nombres de boletines, conferencias y simposios; nombres de empresas, asociaciones industriales y diversos servicios; títulos de reportes con información gubernamental, catálogos de libros básicos que contienen referencias y datos bibliográficos, nombres de instituciones al servicio de la investigación.
Los tres tipos de fuentes de información se encuentran hoy disponibles en la red Internet. Existen motores de búsqueda que permiten localizar información por tema, palabra o palabras claves, etc. y que son un buen inicio de búsqueda bibliográfica. Existen también bibliotecas virtuales, grupos de discusión sobre casi cualquier tema, grupos de profesionales, foros y redes académicas y de investigación. Es aconsejable suscribirse a algunos de estos grupos para ampliar el espectro de la información debido a la actualización permanente de la misma.
Pero la tarea de precisar el sentido exacto de nuestro tema nos llevará todavía a consultar los diccionarios generales o especializados de la disciplina particular, para delimitar cada vez mejor el alcance de la terminología. Inmediatamente después, en las enciclopedias, ya sean generales o especializadas, y en los manuales, compendios, tratados o introducciones de la disciplina encontraremos una visión general y orgánica de nuestro asunto y una ordenada bibliografía fundamental acerca de él. Pero quizá la más completa información pueda extraerse de la lectura del libro más reciente y serio sobre el tema, o temas inmediatamente relacionados con el nuestro.
Para reunir una bibliografía completa se suele acudir a ciertos repertorios bibliográficos generales sobre el área de nuestros estudios y también, a veces, a algunas bibliografías especializadas sobre nuestra materia particular. Además de éstas, con el objeto de completarlas, se debe acudir a las revistas científicas especializadas para revisar sus secciones de catálogo bibliográfico y recoger en ellas nuestro repertorio personal de trabajo.
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Es casi absolutamente imposible hallar y utilizar toda la bibliografía existente sobre nuestro tema, pero es indispensable hacer un esfuerzo para leer todos los principales y más extensos trabajos sobre él, leídos los cuales, podría uno decidirse a cerrar esta etapa de la investigación. |
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La mayoría de las veces es recomendable iniciar la revisión de la literatura consultando a uno o varios expertos en el tema y acudir a fuentes terciarias o secundarias; para localizar así las fuentes primarias en bibliotecas y hemerotecas, entre otras. Luego se seleccionan aquellas que serán de utilidad y se revisan cuidadosamente para extraer información necesaria que integrará los apartados “Estado de la Cuestión” y “Marco teórico”. En esta etapa es muy importante la consulta a los referentes académicos. |
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En esta labor de recoger la información principal, gracias a la cual se elaborará un acertado plan de trabajo y más tarde se empezará el proceso de la recolección de los materiales, es conveniente usar la ficha bibliográfica electrónica por la facilidad de manejo que ella nos brinda para nuestro trabajo científico.
Tal como las fichas tradicionales, las electrónicas tienen como fin facilitar la sistematización bibliográfica. La disposición ordenada del material permite claridad en el desarrollo del trabajo. Respecto de su clasificación pueden ser bibliográficas o de trabajo (Fernández, 1992) o de documentación (Asti Vera, 1993). En la primera, la ficha bibliográfica, se consignan todos los datos para la identificación de la fuente. Walker (2000) las denomina fichas de fuentes. Las otras, de trabajo o documentación, son aquellas fichas en las que se consigna la información de utilidad para nuestro trabajo.
También se han clasificado de diversos modos. Tradicionalmente se conocían las fichas de “resumen”, “descriptivas” y “de extracto”. Estas deben su nombre al tipo de información que conforma el contenido de la ficha. Walker (2000) –por su parte- establece la siguiente clasificación:
a) citas: iguales a las de extracto, consiste en reproducir exactamente las palabras de alguien;
b) paráfrasis: similares a las del resumen, el autor de la ficha expresa el sentido exacto de un pasaje escrito o formulación oral con sus propias palabras;
c) interpretaciones: no responde a ninguna de las mencionadas en la clasificación anterior y corresponde a explicar porqué cierta información es significativa;
d) resúmenes, a diferencia de la paráfrasis un resumen puede estar constituido por anotaciones, fragmentos de oraciones o un esquema aproximado de las ideas principales;
e) listas: es una manera de registrar información de un modo abreviado. Se construyen a partir de enumeraciones;
f) estadísticas: tal como su palabra lo indica pueden corresponde a datos estadísticos que generalmente se expresan con números, tablas y gráficos y
g) ideas originales y conclusiones: permiten el registro de observaciones basadas en los propios descubrimientos.
Con respecto a las características que deben tener todas las fichas independientemente de su tipología podemos resaltar:
a) claridad: deben ser realizadas en forma legible sin abuso de abreviaturas;
b) exactitud: la anotación debe distinguir claramente lo que es expresión personal de lo que es opinión ajena;
c) pertinencia: la información recolectada tiene que estar relacionada con el trabajo y
d) relevancia: debe anotarse sólo aquello que se considera de valor.
En relación a los apartados de la ficha, las mismas deberán dividirse en dos campos. En el campo superior se escribe la cita bibliográfica de la fuente de la que fueron extraídos los datos y, en el campo inferior se expresa la información que responde a los distintos tipos de fichas antes descriptos. La forma que adquiere esta herramienta es la siguiente:
Referencia bibliográfica |
Cita textual, Paráfrasis, Resumen, Esquema, etc. |
Debido a que estamos trabajando con formato electrónico, conviene armar subcarpetas en una carpeta denominada “FICHAS” (o el nombre que seleccione el investigador). Dichas subcarpetas se clasificarán de acuerdo a la decisión del autor del fichado, ya sea por temáticas, por orden alfabético, etc. Cada ficha conformará un archivo de texto dentro de estas subcarpetas y, para ordenarlos podemos tomar distintas estrategias. Es decir podemos hacerlo por nombres de autor, de fuentes, etc.
Además de la motivación, el acceso a los materiales, el tiempo, la formación del investigador, y la orientación a la disciplina, nos interesa señalar la importancia de uno de los requisitos planteados por Eco en relación con la cientificidad de un tema a investigar. En efecto, el segundo dice que el trabajo “tiene que decir sobre ese objeto cosas que todavía no han sido dichas o bien revisar con óptica diferente las cosas que ya han sido dichas”. Esto comúnmente se entiende como la exigencia de “originalidad” y representa un requisito difícil de comprender. Cualquiera que haya realizado algún trabajo de investigación conoce que la originalidad de un tema solo se descubre cuando se tiene mucho conocimiento del mismo y, cuando ello sucede es también común observar que el productor del trabajo queda influenciado por la mirada o enfoque del autor o de alguno de los autores involucrados en el tema de análisis. Creemos que, directamente ligado al requisito de la originalidad se encuentra la creatividad del investigador.
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En relación a los otros requisitos de cientificidad, preferimos exponer tanto el texto de Eco como el de Rojas Soriano. |
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