Por Miguel Angel Ferraro
El concepto de hegemonía es utilizado por el marxista(3) italiano Antonio Gramsci (1917/1977) y tiene que ver con el predominio político económico social y cultural que un grupo o clase social sobre otra.
En el capitalismo desde esta perspectiva la hegemonía es ejercida por las clases dominantes, también destaca el autor la importancia que tienen los intelectuales en la consolidación del liderazgo cultural de las clases dominantes.
Gramsci, profundizando en esta problemática, pretende advertir que el fenómeno de la dominación en las sociedades capitalistas modernas, es un proceso complejo. Además de los aparatos de coerción que tiene el Estado, que representan una especie de "límite último" (que garantiza la supervivencia del orden burgués), interviene toda una serie de mecanismos de transmisión ideológica tendientes a lograr un consenso que le otorga bases más sólidas a la dominación. Así, hace un análisis profundo de las formas mediante las cuales las clases dominantes conservan su supremacía en las sociedades de capitalismo desarrollado, que resultan resistentes a la "irrupción inmediata del elemento económico", a las contradicciones estructurales(4).
En el texto de Portantiero podemos ver la conflictividad que había en la sociedad Argentina anterior a la dictadura de 1976 y la imposibilidad de los grupos dominantes de establecer una clara hegemonía. Esto es lo que Portantiero denomina “empate hegemónico”.

CORDOBAZO 29 DE MAYO DE 1969
Estas notas forman parte de un intento de fundar, a partir del materialismo histórico, la relación específica que se plantea, en la argentina actual, entre el desarrollo de las contradicciones en el nivel económico-social y en el nivel político-social.
El supuesto que opera detrás del análisis es que entre ambos niveles se manifiesta una diferencia de "tiempos" y que, por lo tanto, el "descubrimiento" de la contradicción principal en el plano económico-social no implica encontrar a la misma simultáneamente "desplegada" en el plano político-social. Esa diferencia de tiempo de la contradicción sólo es eliminada a través de un proceso histórico y esa es precisamente, la tarea a resolver por toda estrategia revolucionaria correcta: la fusión de los tiempos disímiles de la contradicción sólo se consuma plenamente en el período de la revolución social.
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El objeto del trabajo es, por lo tanto, el análisis de la coyuntura; el estudio de las reacciones de fuerza política en la sociedad argentina. Su finalidad, inscribirse en la discusión y, por medio de ella, en la práctica de constitución de un bloque social de poder alternativo al dominante, que se consumará a través de un proceso en cuyo punto de llegada las contradicciones tal cual se dan en el plano económico-social coincidirán con las que aparecen en la escena política. |
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En el trabajo distinguiremos dos niveles conceptuales. A uno lo llamaremos el de las "clases sociales"; al otro, el de las "fuerzas sociales". El segundo no puede fundarse sino sobre el primero, pero su constitución supone un proceso histórico
relativamente autonomizado. |
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El nivel que llamamos de las clases sociales marca "la relación de fuerzas sociales estrechamente ligadas a la estructura objetiva, independiente de la voluntad de los hombres". |
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El de las fuerzas sociales marcaría "la fase más estrictamente política, que señala el neto pasaje de la estructura a la esfera de las superestructuras complejas (...) la fase en la cual las ideologías ya existentes se transforman en partido". |
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Con los conceptos de clase social y fuerza social así definidos se conectan, respectivamente, el de "alianza de clases" y el de "bloque de fuerzas", asociados entre sí de la misma manera que lo están los anteriores. |
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Una alianza de clases supone una articulación de clases y fracciones de clase que el observador establece como "necesaria", al margen de la voluntad de los actores, a través de la adjudicación de "intereses objetivos" en términos de la contradicción en el nivel de la estructura de una formación económico-social. Las clases y fracciones así agrupadas conforman, por lo tanto, un específico "campo de interés". |
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El bloque de fuerzas supone, en cambio, un complejo proceso de constitución en el que interviene la conciencia y la voluntad de los actores sociales. Su escenario es la política y su objetivo el poder; allí, las clases sociales (y aun otros grupos que no podrían ser definidos rigurosamente como tales) actúan a través de fuerzas sociales, es decir, como producto de un intercambio entre objetividad y experiencia, entre estructura y superestructura, entre posición objetiva y organización voluntaria. |
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Tanto la alianza de clases como el bloque de fuerzas no son unidades indiferenciadas; en su interior operan también las contradicciones -aunque de grado secundario- y la relación entre los componentes no es simétrica: uno de ellos "domina" sobre el resto. Para marcar esa dominación en el nivel de los proyectos de las fuerzas sociales, del bloque de fuerzas, cuyo campo de constitución es, como queda dicho, la política, reservamos el concepto de "hegemonía". Para el nivel de los intereses, de las clases, de la alianza de clases, cuyo campo de constitución es la economía, reservamos el concepto de "predominio".
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En este sentido, la clase o fracción de clase que es predominante en su campo de intereses no es automáticamente hegemónica en el bloque de fuerzas. Esto es válido para cualesquiera de los dos polos de la contradicción principal. Así, la clase o fracción de clase predominante en el interior de las clases propietarias puede no ser hegemónica de las otras clases y fracciones pertenecientes a su mismo campo de intereses. En el otro extremo, la clase o fracción de clase sobre cuya explotación se funda principalmente la dominación puede no ser hegemónica de las otras clases y fracciones pertenecientes a su mismo campo de intereses. |
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EN SINTESIS
Toda política orgánica de poder tiende a hacer compatible, en cada uno de los extremos, el predominio con la hegemonía. La asincronía, en uno como en otro, puede perdurar bastante tiempo: esa situación constituye una de las claves principales de la coyuntura política argentina. |
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