|
|
Docente: Enrique Bellagio |
Curriculum Vitae
 |
Ex Subsecretario de Formación del Ministerio de Defensa |
 |
Arquitecto, Administrador Gubernamental y Docente especializado en Estrategia, Liderazgo y Poder. Procesos de Desarrollo Local con participación Social. Globalización y Escenarios Internacionales.
|
 |
Egresado del Curso de Estrategia, Defense y Seguridad Hemisferica de la Univesidad de la Defensa Nacional en Washington USA
Senior Executive in State and Local Government. Harvard University.
International Programs. John F. Kennedy School of Government. USA
|
 |
Titular de Cátedra en la Universidad Nacional Tres de Febrero (UNTREF) y en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) “ El nuevo rol de la sociedad civil en el proceso democrático de Municipal” ; “Los Desafíos del Nuevo Milenio. Globalización, Inserción Internacional e Identidad Regional-Local”; “Liderazgo, Estrategia y Poder en la lógica política”; “Políticas de Desarrollo Local”. |
 |
Docente
y conferencista del Instituto Federal de Asuntos Municipales; de la
Escuela Nacional de Gobierno y de la Escuela Superior de Guerra Conjunta Nivel II Posgrado. |
 |
Fue
docente de la cátedra Zani – Belucci de Diseño en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA. Ha tenido menciones en participación de concursos internacionales sobre vivenda de interés social. |
 |
Ha desempeñado diferentes funciones de gobierno: Director del Programa de Cooperación Intersectorial entre las Universidades y el Sector Público. Asesor de Unidad Ministro de Obras Públicas, asesor de la Secretaría de Transportes del Ministerio de Obras Públicas y ex Gerente de Control de Gestión del prestamo Birf 86-027. Asesor de la Secretaría de Deportes. Asesor de Reformas Provinciales y del Instituto Federal de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior. Asesor Institucional del INAP en la Escuela Nacional de Gobierno, Coordinador del Plan Federal de Formación de Dirigentes Políticos y Director de la ENG. |
 |
Representante
Argentino en el Congreso de Expertos para la Orientación de Políticas y recomendaciones para estrechar la vinculación entre el Sector Público y la Universidad en Rio de Janeiro. Red Iberoamericana de
Instituciones de Formación e Investigación en Gerencia Pública – Centro
Latinoamericano de Administración para el Desarrollo. Agencia Española de
Cooperación Internacional y Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. |
 |
Ha realizado publicaciones y dictados cursos en el país y en el extranjero sobre: formación de dirigentes, planificación y formulación de estrategias de gestión innovadora y desarrollo participativo de proyectos, habiendo participado en numerosos cursos, seminarios y congresos sobre los ámbitos de su especialización. |
|
|
El Nuevo Orden Mundial. La Globalización y la inserción Internacional. La revolución Cultural, Tecnológica y Económico-Financiera. Las formas de integración - reacción al nuevo orden mundial, identidad cultural y etnias religiosas como contrapoder. Dimensión histórica. Mitos y realidades. Organización Política supranacional, Estados Nación, Economía y Finanzas, Empresas, Medios de Comunicación, Identidades y Culturas.
El Nuevo Orden Mundial, la Globalización y la inserción Internacional.
Dimensión histórica. Mitos y realidades.
Nos propondremos tratar con el mayor detenimiento y claridad posibles acerca del arduo problema de la globalización: su polivalencia, su ambigüedad, sus dimensiones (raras veces diferenciadas) y su evolución. Intentaremos descubrir algunas trampas mentales, cómo eludirlas, pero, sobre todo, abrir el horizonte a respuestas políticas al tema de la globalización.
|
En el fondo late también esta doble pregunta, a la vez sencilla y compleja:
¿Qué es la globalización, y cómo se puede configurar políticamente? |
Con la demolición pacífica del muro de Berlín y el colapso del imperio soviético fueron muchos los que creyeron que había sonado el final de la política y nacía una época situada más allá del socialismo y el capitalismo , de la utopía y la emancipación. En efecto, el término “globalización”, actualmente omnipresente en toda manifestación pública, no apunta precisamente al final de la política, sino simplemente a una nueva manifestación de lo político fuera del marco conceptual del Estado Nacional y del sistema de roles al uso de eso que se ha dado en llamar el quehacer “político” y “ no político”.
|
 |
Los nuevos desafíos de la política serán menos económicos que sociales y sus respuestas estarán más vinculadas con los cambios en las actitudes y las costumbres que con la asignación del gasto público. Ello implica necesariamente la construcción de una nueva agenda política de nuestro tiempo.
Los efectos de la globalización, su revolución científica, tecnológica, financiera y cultural, significarán temas centrales de la nueva agenda política, así como el medio ambiente, la ingeniería genética del fenómeno humano, la pobreza, las etnias religiosas y el terrorismo, y el nuevo orden económico del comercio internacional; serán
seguramente los temas de las agendas políticas y públicas del siglo que acaba de comenzar. |
|
|
|
Para Kenichi Ohmae uno de los más prestigiosos consultores en materia de Estrategias Corporativas, la globalización implica un gran cambio de paradigma referido al entorno en el que se desarrollan las estrategias. El mundo industrial se está convirtiendo en el mundo de la información, las soberanías nacionales con rígidos límites políticos, desaparecen o se están transformando en virtuales; las fronteras se abren a la migración del capital, de la información, de los productos y servicios, de las empresas y de los consumidores; las organizaciones piramidales se modifican y horizontalizan empujadas por la fuerza de Internet. |
En el Siglo XIX la riqueza provenía de la tierra, los minerales, el territorio, los ejércitos, las colonias. Hoy la riqueza se origina en el mercado; se crea a partir del valor agregado de la información. El nombre del juego es ahora “inteligencia”, y hay que ofrecer productos y servicios de valor percibido.
Tradicionalmente los gobiernos protegían o protegen a los sectores e industrias locales más débiles; sin embargo los países más prósperos se están convirtiendo en anfitriones, e invitan a poderosas empresas globales a establecerse en su territorio para proveer sus productos y servicios al mercado global.
Al analizar las fuerzas y factores de poder que operan, y habida cuenta de la situación mundial, vemos como la tecnología multimedia de la información está modificando el panorama del mundo económico, financiero, político, cultural, social y tecnológico. Los mercados financieros, las corporaciones globales, y los consumidores universales tienen un papel activo en el proceso de reformas estructurales contemporáneas.
Así dadas las cosas, las fuerzas del mercado global seguirán ocasionando grandes cambios en la forma en que se administran los negocios y por ende la función que desempeñan los gobiernos en el desarrollo de sus economías en busca de una viabilidad sustentable. Cuando el comunismo Chino converge en con el capitalismo en una economía global, todo puede suceder.
|
Para Gary Hamel, la era del progreso comenzó con el Renacimiento, alcanzó su adolescencia exuberante con el Iluminismo, logró su madurez con la era Industrial; y murió con el comienzo del siglo XXI. Para este autor ahora comenzó la era de la Revolución. En esta nueva era, cualquiera que se desenvuelva lentamente está transitando el camino hacia su propia extinción. En síntesis la vieja guardia de la oligarquía y el poder de la incumbencia versus la vanguardia de los jóvenes revolucionarios y el poder de la imaginación. |
|
Una visión muy particular de la globalización nos la da Charles Handy en su obra The Hungry Spirit, cuando plantea los límites de los mercados y que el Capitalismo cruje. Cuenta que en África se dice que el hombre tiene dos apetitos que satisfacer; el mayor y el menor. |
El primero, pide cosas y dinero para satisfacerla; el segundo espera una respuesta acerca del sentido de la vida. En las sociedades occidentales capitalistas hemos asumido que como mejor podemos satisfacer el hambre mayor es atendiendo a nuestros apetitos menores. Como resultado el dinero se convierte en la medida de todas las cosas. Para plantear un opuesto debemos remitirnos a los Clásicos Griegos y su escala de valores donde la contemplación filosófica era uno de sus mayores valores.
Para este autor el papel del gobierno deberá ser el de administrar eficazmente la riqueza creada por el mercado, dado que el capitalismo prospera en la desigualdad y los mercados separan a los exitosos de quienes no lo son tanto. Este proceso competitivo crea riqueza para la nación como un todo pero no la distribuye. La responsabilidad de los gobiernos será entonces usar parte de esa riqueza creada por el mercado, no para hacerle la vida fácil a todo el mundo, sino para al menos hacerla posible a los que quedan afuera del sistema. Para ello deberá crear una infraestructura de servicios para la vida y no una superestructura burocrática a la que deba alimentar. Finalmente deberá someterse al control permanente de la ciudadanía en el ejercicio de la responsabilidad democrática de las elecciones periódicas.
|
Para Alvin y Heidi Toffler, debemos partir del supuesto que somos la generación final de una vieja civilización y la primera generación de otra nueva, y que gran parte de nuestra confusión, angustia y desorientación personal tiene su origen directo en el conflicto que (dentro de nosotros mismos y de nuestras instituciones políticas), existe entre la civilización moribunda de la segunda ola y la civilización naciente de la tercera ola, que pugna por ocupar su puesto. |
Para ellos la humanidad enfrenta un gran salto hacia delante. Tiene ante sí la conmoción social y la reestructuración creativa más honda de todos los tiempos. Dicen que sin advertirlo claramente, nos afanamos en construir una nueva civilización desde sus cimientos. Este es el significado de la tercera ola.
Afirman que la especie humana ha experimentado hasta ahora dos grandes olas de cambio, y que cada una de ellas sepultó culturas y civilizaciones anteriores y las sustituyó por estilos de vida hasta entonces inconcebibles. La primera ola de cambio (la revolución agrícola), invirtió miles de años en su desarrollo. La segunda ola (el auge de la civilización industrial) necesitó de solo trescientos años. La historia avanza ahora a mayor velocidad y es probable que la tercera ola progrese, se desarrolle y se complete en unas pocas décadas. Nosotros, los que compartimos el planeta actualmente, sentiremos por lo tanto todo el impacto de la tercera ola como un tsunami durante el curso de nuestras vidas.
Suena a arqueológico pero es verdad, en la Tierra hubo vida antes de la computadora. Eso sí era otra vida. Pasemos revista al proceso evolutivo de las diferentes olas de cambios revolucionarios y estructurales en nuestra forma de vida. Veamos lo sucedido con respecto a los acontecimientos políticos, económico-financieros, tecnológicos y socioculturales significativos a lo largo de la historia.

Descargar Historiografía 1 (En la versión online de la materia)

Descargar Historiografía 2 (En la versión online de la materia)
Al ver gráficamente los períodos históricos señalados por Alvin y Heidi Toffler, alcanzamos a comprender su hipótesis, pero adentrémonos en la realidad actual y en los acontecimientos que hacen tambalear esa confiada imagen del futuro; una sombría visión de la globalización adquiere mayor popularidad. Entre aquellos que tiene una visión diferente y más crítica se hallan enrolados Michael Hardt y Sergio Negri en su obra Imperio; como así también pero de una manera más moderada Ulrich Beck en su obra “Que es la globalización?” nos impone una visión crítica no muy distante de los actuales acontecimientos. Por lo quepasaremos revista a algunos de sus argumentos.
Independientemente de lo que se pueda decir, en cuanto al contenido, la nueva retórica de la globalización (de la economía, de los mercados, de la competencia por un puesto de trabajo, de la producción, de la prestación de servicios y las distintas corrientes en el ámbito de las finanzas, de la información y de la vida en general), saltan a la vista de manera puntual las importantes consecuencias políticas de la escenificación del riesgo de globalización económica: es posible que instituciones industriales que parecían completamente cerradas a la configuración política “estallen” y se abran al discurso político.
Las profundas transformaciones estructurales del capitalismo global han podado drásticamente el margen de intervención económica y sociopolítica de todos los Estados, inclusive de los más grandes y poderosos. La liberación del tráfico de capital, de mercaderías, de servicios y hasta de personas con fuertes corrientes migratorias; somete a las políticas nacionales de un modo cada vez más directo, a la dinámica del mercado global y a las estrategias de los grupos transnacionales.
|
 |
Ante la competencia internacional que se intensifica y la creciente flexibilidad del capital global, la estrategia política del posicionamiento , es decir, la creación de condiciones óptimas de valorización del capital en el marco estatal – nacional, se convierte en una herramienta política decisiva. |
|
|
Los presupuestos del Estado asistencial y del sistema de pensiones, de la ayuda social y de la política municipal de infraestructuras, así como el poder organizado de los sindicatos, el súper elaborado sistema de negociación de la autonomía salarial, el gasto público, el sistema impositivo y la “justicia impositiva”, todo ello se disuelve y resuelve, bajo el sol del desierto de la globalización, en una exigencia de configurabilidad política. Todos los actores sociales deben reaccionar y dar una respuesta concreta en este ámbito, donde curiosamente las respuestas no siguen ya el viejo esquema derecha izquierda de la práctica política.
Abruptamente el Estado de bienestar y luego el Estado de seguridad, posteriores a la Segunda Guerra Mundial, con sus estrategias burocráticas de distribución solidaria, prevención y control, parecieron ser reemplazados por un nuevo Estado capitalista; el Estado nacional competitivo basado en las concepciones económicas y sociales de las doctrinas neoliberales. Esto tuvo importantes consecuencias institucionales para los sistemas políticos aún de los países capitalistas desarrollados.
El fracaso del modelo del Estado intervensionista y de regulación Keynesiano que se caracterizaba por un alto grado de intervención macroeconómica del Estado fue un fenómeno generalizado; pero al mismo tiempo el modelo sucesor de las políticas neoliberales se mostró incapaz de cumplir con sus promesas de crecimiento y prosperidad. Fue incapaz de arbitrar los procesos de cambio, de garantizar condiciones económicas y sociales de vida y desarrollo relativamente homogéneas, dentro de las fronteras nacionales.
En cambio como contrapartida crecen las desigualdades sociales, y especialmente los procesos de marginación y exclusión en las metrópolis desarrolladas. Esto genera una tendencia a la regionalización y re nacionalización que presupone crear unidades político económicas abarcativas, que a su vez deben entenderse como reacción al debilitamiento del Estado nacional tradicional. Pero ellas amenazan al mismo tiempo con fracasar precisamente a causa de estas tendencias económicas y sociales hacia la heterogeneización como estamos viendo actualmente en la Unión Europea.
|
¿Se puede decir que lo que fue la lucha de clases en el siglo XIX para el movimiento obrero es la cuestión de la globalización en el umbral del siglo XXI para las empresas que operan a nivel transnacional? |
Con la diferencia, por cierto esencial, de que el movimiento obrero actuaba como un contrapoder, mientras que las empresas globales están actuando hasta la fecha sin tener ningún contrapoder transnacional enfrente.
|
¿Por qué la globalización significa politización? |
Porque la puesta en escena de la globalización permite a los empresarios, y sus asociados, reconquistar y volver a disponer del poder negociador política y socialmente domesticado del capitalismo democráticamente organizado. La globalización posibilita eso que sin duda estuvo presente en el capitalismo, pero que se mantuvo en estado larvado durante la fase de su domesticación por la sociedad estatal y democrática: que los empresarios, sobre todo los que se mueven a nivel planetario, puedan desempeñar un papel clave en la configuración no sólo de la economía, sino también de la sociedad en su conjunto, aun cuando “solo” fuera por el poder que tienen para privar a la sociedad de sus recursos materiales (capital, impuestos, puestos de trabajo).
La economía que actúa a nivel mundial socava los cimientos de las economías regionales - nacionales y de los Estados Nación, lo cual desencadena a su vez una subpolitización de alcance completamente nuevo y de consecuencias imprevisibles.
|
 |
Todo el que fomenta el crecimiento económico acaba generando desempleo; y todo el que rebaja drásticamente los impuestos para que aumenten las posibilidades de beneficios genera posiblemente también desempleo.
Las paradojas políticas y sociales de una economía transnacional, que con la “eliminación de las trabas a la inversión” (es decir, con la eliminación de la normativa ecológica, sindical, asistencial y fiscal) debe ser mimada y premiada para que destruya cada vez más trabajo y de este modo se incrementen cada vez más la producción y los beneficios, deben quedar no obstante científicamente evidenciadas y políticamente reforzadas. |
|
|
|
 |
Lo cual quiere decir lo siguiente: la puesta en escena de la globalización como factor amenazador, es decir, la política de la globalización, no pretende solamente eliminar las trabas de los sindicatos, sino también las del Estado Nacional ; con otras palabras, pretende restar poder a la política estatal nacional. |
|
|
La retórica de los representantes económicos más importantes en contra de la política social estatal y de sus defensores deja poco que desear en cuanto a claridad. Pretenden, en definitiva, desmantelar el aparato y las tareas estatales con vistas a la realización de la utopía del anarquismo mercantil del Estado mínimo. Con lo que, paradójicamente, a menudo ocurre que se responde a la globalización con la renacionalización.
No se suele reconocer que, en el tema de la globalización, no sólo “se juegan la piel” los sindicatos, sino también la Política y el Estado. Los políticos de los distintos partidos, sorprendidos y fascinados por la globalización “debilitadora de instituciones”, están empezando a sospechar vagamente que, como dijera Marx hace ya mucho tiempo, (manifiesto comunista 1848, ver gráfico), se pueden convertir en sus propios “sepultureros”. De todos modos, no podemos por lo menos considerar una ironía el que algunos políticos pidan a voces mercado, mercado y más mercado y no se den cuenta de que, de este modo, están matando el mismísimo nervio vital y cerrando peligrosamente el grifo del dinero y del poder.
 |

“ Con su explotación del mercado mundial, la burguesía ha
impreso un sesgo cosmopolita a la producción y consumo
de todos los países. Para chasco y desazón de los
reaccionarios, ha retirado de debajo de nuestros pies el
mismísimo suelo nacional. Las viejas industrias nacionales
se han ido, (y se siguen yendo), a pique, presionadas por
nuevas industrias cuya entrada en escena constituye un
serio peligro para todas las naciones civilizadas. La vieja
autosuficiencia y cerrazón a nivel local y nacional han dado
paso a un movimiento y a una dependencia multilaterales
de las naciones. Y esto no sólo en la producción industrial,
sino también en la producción espiritual. Así los productos
del espíritu de cada nación se convierten en bien común.
La unilateralidad y cerrazón nacionales tienen los días
contados, mientras vemos cómo a partir de numerosas
literaturas nacionales y locales se va formando una sola
literatura mundial.”
“ Manifiesto Comunista. CARL MARX 1848 ”
|
|
 |
 |
 |
Políticamente el sistema de partidos populares en el que se asentaba el proceso de la formación de la voluntad soberana institucionalizada por el sistema democrático, se desmorona, si a ello sumamos los movimientos migratorios en busca del trabajo y del bienestar, y la internacionalización de la cultura; el significado de pueblo se hace cada vez más dudoso.
La importancia de los partidos políticos como organizadores del consenso político decae y es progresivamente asumida por la industria comercializada de los medios de comunicación.
|
Pero ¿en qué se funda el nuevo poder de los empresarios transnacionales?
¿De dónde surge y cómo se reproduce su potencial estratégico? |
A nadie se le oculta que se ha producido una especie de toma de los centros materiales vitales de las sociedades modernas que tienen Estados Nacionales, y ello sin revolución, sin cambio de leyes ni de Constitución; es decir, mediante el desenvolvimiento simple y normal de la vida cotidiana o, como suele decirse, con el business as usual.
- En primer lugar, podemos exportar puestos de trabajo allí donde son más bajos los costes laborales y las cargas fiscales a la creación de mano de obra.
- En segundo lugar, estamos en condiciones (a causa de las nuevas técnicas de la información, que llegan hasta los últimos rincones del mundo) de desmenuzar los productos y las prestaciones de servicios, así como de repartir el trabajo por todo el mundo, de manera que las etiquetas nacionales y empresariales nos pueden inducir fácilmente a error.
- En tercer lugar, estamos en condiciones de servirnos de los Estados Nacionales y de los centros de producción individuales en contra de ellos mismos y, de este modo, conseguir “pactos globales” con vistas a unas condiciones impositivas más suaves y unas infraestructuras más favorables; asimismo, podemos “castigar” a los Estados Nacionales cuando se muestran poco amigos de nuestras inversiones”.
- En cuarto, y último lugar, podemos distinguir automáticamente en medio de las fragosidades de la producción global entre lugar de inversión, lugar de producción, lugar de declaración fiscal y lugar de residencia lo que supone que los cuadros dirigentes podrán vivir y residir allí dondeles resulte más atractivo y pagar los impuestos allí donde les resulte menos gravoso.
Y, nótese bien, todo esto sin que medien deliberaciones parlamentarias, decretos gubernamentales, cambios de leyes ni, siquiera, un simple debate público. Esto justifica, por su parte, el concepto de “subpolítica” entendida no como una teoría de la conspiración sino como un conjunto de oportunidades de acción y de poder suplementarias más allá del sistema político, oportunidades reservadas a las empresas que se mueven en el ámbito de la sociedad mundial: el equilibrio y el pacto de poder de la primera modernidad de la sociedad industrial quedan así revocados; y obviando al gobierno y al parlamento, a la opinión pública y a los jueces se traspasan a la autogestión de la actividad económica. |