Una revolución en la agricultura |
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En las sociedades preindustriales, la agricultura era la actividad económica fundamental, la que generaba la mayor parte de la renta y la que ocupaba la mayoría de la población, aunque su bajo rendimiento solo permitía alimentar a una escasa población no rural, se necesitaban dos hombres cultivando la tierra para conseguir un excedente que pudiera ser vendido a un tercero de otra profesión. El crecimiento de la población estaba limitado a la disponibilidad de tierras y al rendimiento de la agricultura.
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La tierra se cultivaba con instrumento y métodos primitivos: arado tirado por animales, abonos naturales, uso del barbecho, etc.; era muy dependiente de los ciclos naturales, lo que provocaba períodos de escasez. |
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La revolución agraria logró aumentar la productividad a través de innovaciones tecnológicas y cambios en la propiedad de las tierras que facilitan la adopción de esas innovaciones. El aumento de la producción se dio no sólo por la extensión de la superficie cultivada, sino porque se consiguió una mayor producción por hectárea. |
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El barbecho se eliminó al introducir sistemas de rotación de cultivos (cereales y plantas forrajeras en rotación cuatrienal o sistema Norfolk) que permiten regenerar el suelo a la vez que se cultiva. |
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Posteriormente se introdujo el tractor a vapor, es decir la mecanización de la agricultura, permitiendo quintuplicar la superficie trabajada por un hombre
en un día. |
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Se produjo también una transformación en el sistema de propiedad de la tierra, se trata de la sustitución del tradicional sistema de openfields o campos abiertos, cuya utilización se regulaba colectivamente por los enclosures, o campos cerrados. |
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