La industria del algodón


La máquina de Wyatt y Paul no tuvo el éxito que se esperaba, sus mecanismos no estaban perfeccionados y producía hilo de baja calidad, por ello, para abastecer la demanda de telares, Inglaterra se veía obligada a importar grandes cantidades
de hilados.

De ahí al primer gran invento, que se produce en 1764 cuando un trabajador llamado Hargreaves, casi por casualidad hace girar la hiladora mecánicamente en vez de manualmente. Esta máquina de hilar se patentó en 1770 y fue conocida en toda Europa como jenny; y en su primera forma tenía ocho usos y ya a finales de siglo poseía de 100 a 120. Esta máquina logró aumentar la oferta de hilo y ahorrar mano de obra.

El segundo gran invento se dio en 1768, por un barbero llamado Arkwright, que construyó la llamada “water frame”, una máquina de hilar que usaba como fuerza motriz la de un salto de agua (rueda hidráulica), que a diferencia del invento anterior, sólo se podía utilizar en fábricas.

Gracias a estos aumentos la productividad creció considerablemente. La primera reacción de los trabajadores ante estas nuevas máquinas fue violenta, pues pensaban que cada una dejaría sin trabajo a varios obreros.


El tercer gran invento fue a finales de 1770, cuando el técnico Crompton perfeccionó la mule jenny, que era un cruce de las anteriores, y que producía un hilo fino pero resistente.

Estas innovaciones provocaron la importación de grandes cantidades de algodón en bruto de la India, Medio Oriente y Estados Unidos. Ahora había hilo barato pero el bloqueo lo producía la lenta confección del tejido; el hilo se estaba comenzando a exportar, en beneficio de las industrias nacientes de otros países.

Este bloqueo fue solucionado con la máquina de Cartwright, el sacerdote que inventó el telar mecánico, ensayado en 1785 y perfeccionado y automatizado entre 1815 y 1840. Su aceptación fue lenta debido a las dificultades técnicas, que no se solucionaron hasta principios de siglo, como a la resistencia de los trabajadores que lo consideraban su enemigo, ya que venía a sustituir a una gran masa de obreros poco especializados por un pequeño número de trabajadores capacitados.


A partir de la renovación de la hilatura y el tisaje se puso en marcha un proceso de mecanización de todas las etapas de producción de tejidos. La materia prima se abarató con la introducción de la desmontadora de algodón en el sur de los Estados Unidos. Gracias al descubrimiento del cloro, la operación del blanqueado se redujo notablemente. En cuanto a duración y la limpieza del algodón en rama también se mecanizó, así como el cardado y el estampado. La fábrica de algodón era el símbolo de la grandeza industrial inglesa; el obrero del algodón, la fuente de su mayor problema social: la aparición de un proletariado industrial.