FRANCIA

Años anteriores a la revolución, Francia parecía estar dispuesta a una rápida recepción de la Revolución Industrial y era habitual la importación de máquinas de Inglaterra, pero se irá retrasando durante el siglo XIX.

Francia en comparación con Gran Bretaña, estaba peor dotada de las materias primas necesarias en la primera etapa de la industrialización (carbón, hierro) y su sistema bancario estaba peor articulado.


Entre 1815 y 1848 se puso en marcha la industrialización. Aunque se produjo un fuerte crecimiento de la minería y la siderurgia, se basó en las industrias de bienes de consumo como el jabón, el azúcar y el textil. También en esta etapa comienza la construcción del ferrocarril (1842).


En 1860, bajo el imperio, se firmó un tratado comercial con Gran Bretaña, único momento de librecambismo en Francia hasta los acuerdos de la Comunidad Europea. Las protestas por este tratado hicieron que el Estado subvencionara la industria metalúrgica para protegerla de la competencia exterior, y así favorecer su modernización. La economía francesa continuó su desarrollo, pero más lento que Gran Bretaña o Alemania.


En 1870 se produjo un duro golpe a la economía francesa debido al pago a Prusia de la indemnización de la guerra. En 1875 comenzó  a reactivarse en un marco proteccionista, tanto para la agricultura como para la industria. Se consolidó el cultivo tradicional y el desarrollo fue lento y poco competitivo.