El método como técnica para descubrir


El segundo de los equívocos consiste en pensar que este método general de la ciencia, esta secuencia ordenada de pasos que siguen las investigaciones es una forma de llegar a descubrimientos científicos. Desafortunadamente, debemos decir que no es, pese a los deseos de quien se inicia en la investigación, una herramienta para descubrir, no señala el camino de los hallazgos científicos, importantes o no.


¿Que es entonces?

Simplemente, la forma de justificar lo que se dice en las investigaciones, de fundamentar porqué se lo dice. En la jerga técnica, se denominan el uno y el otro, contexto de descubrimiento, y contexto de justificación.


El contexto de descubrimiento son todas aquellas circunstancias por las cuales se llega a un hallazgo científico.

Existen:

  • circunstancias personales -suerte, habilidad especial, estar en un sitio determinado, poseer una tenacidad dada-,
  • circunstancias históricas -ser discípulo se Houssay en la Argentina de los años treinta hasta los sesentas, trabajar en un laboratorio con un costoso y raro acelerador de partículas, vivir en un cierto país, etc.-, y
  • circunstancias sociales -pertenecer a una cierta clase social, estar influido por ciertas ideas, etc.-.

Aunque interesantes, y pueden estudiarse a fondo desde la historia o la sociología de la ciencia, e incluso desde la historia biográfica, no pueden sistematizarse, no pueden organizarse de forma lógica de tal manera que saber cuál es la combinación exacta que lleva a un descubrimiento dado.

Esta falta de sistematización hace que no sea el objeto de la metodología. No existe tal cosa como un método para descubrir las leyes y los hechos de la ciencia.

El contexto de justificación, que puede sistematizarse siguiendo las pautas de la lógica, es el objeto propio de la metodología, y hace que de una manera fiable pueda decirse que aquello que dice la ciencia es verdadero o falso, correcto o incorrecto, adecuado o inadecuado.

¿Nada más que eso?

 
 
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