El método científico como reflexión sobre la ciencia


El otro gran malentendido acerca del método científico, es que el mismo se conoce practicando ciencia, que basta hacer investigación científica para conocerlo. Esto no es así.

Como surge del breve recuerdo histórico que hicimos, es Bacon, un filósofo, quien analiza la ciencia de su época, y concluye que los progresos que experimenta se deben a que, muchas veces sin saberlo, los científicos siguen una metodología especial, la inductiva. De acuerdo a esta caracterización, ciencia es lo que hacen los científicos, y método científico es la manera en que se justifican sus hallazgos, según lo analizan fundamentalmente filósofos, y en ocasiones científicos, pero no en cuanto tales, sino como metodólogos, como epistemólogos (la epistemología es la rama de la filosofía que se ocupa de la teoría del conocimiento, científico en este caso).

A fin de que se comprenda adecuadamente lo que esto implica, quisiera hacer una analogía entre la ciencia y el lenguaje. Sabemos que basta nacer en un hogar educado para hablar correctamente un idioma. No es necesario conocer las reglas gramaticales para hacerlo. En realidad, las reglas gramaticales y otras que rigen el uso correcto de un idioma son un producto del análisis de los expertos en el lenguaje, los gramáticos y otros. Si esto es asi, sí se puede hablar correctamente sin conocer las reglas de uso del lenguaje y hacer ciencia sin conocer la metodología científica.


¿Para qué estudiarlas, para qué saber en qué consisten?

La respuesta es similar en ambos casos. Incluso quien habla correctamente, puede tener dudas acerca de la corrección de alguna forma lingüística que emplea, de alguna grafía. Si no existieran las reglas gramaticales y ortográficas, no sabría cómo salir de dudas. Para los escolares, saber cuáles son las normas que rigen el lenguaje constituye un atajo para aprender a hablar y escribir con corrección. Aunque tanto la gramática como la ortografía hayan aparecido como una consecuencia del análisis del lenguaje, hayan sido posteriores al mismo. Existe la situación paradojal que sean los que estudian el lenguaje quienes digan finalmente a quienes hablan y escriben correctamente, por qué lo hacen, cómo lo hacen y qué deben hacer para continuar haciéndolo sin deformar el idioma.



De la misma manera, el conocimiento sobre la ciencia que procura esa disciplina filosófica especial que es la epistemología (o metodología) enseña:

  • A los científicos cómo investigar, porqué hacen determinada cosa, y en ocasiones, cómo deben proceder en caso de dudas.
  • A los aprendices de científicos, les facilitan el proceso de aprendizaje de la ciencia, al hacer consciente aquello que sus maestros practican de manera no enteramente reflexionada. Le enseñan la estructura de pensamiento en la que basan sus investigaciones, que está implícita en las mismas, pero que debe analizarse y estudiarse para hacerse evidente.

El método científico, en este sentido, es la gramática de la ciencia. Puede hacerse ciencia sin conocerlo, pero generalmente, ayuda a hacer mejor ciencia, más rigurosa, mas precisa.

  • Como la ciencia misma, lo estudia una disciplina especifica, que es practicada por una comunidad especializada asimismo específica, que tiene sus propios métodos de estudio y de análisis, insertos es una historia, una tradición común que los hace reconocibles a través del tiempo.

  • Como la ciencia, conoce de avances y cambios, en la medida en que emplea con más rigor sus herramientas de estudio, e incorpora otras.

En esta unidad describiremos a grandes rasgos las etapas que sigue la historia de la metodología científica, desde sus comienzos en la Edad Moderna hasta llegar a nuestros días, en los que hay un consenso acerca de cómo hacer ciencia, cómo presentar y analizar artículos científicos, cómo plantear proyectos de investigación.

 
 
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