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El método inductivo clásico se denomina inducción
por enumeración. Consiste en hacer constar las ocasiones
-numerosas- en que a una circunstancia dada, sigue un siempre un
mismo efecto. |
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En las investigaciones de Claude Bernard, el gran investigador francés,
sobre el curare, había abundantes constancias de que a la herida
por una flecha envenenada con curare sigue indefectiblemente la muerte
del animal o persona que la recibe.
La inducción consiste en formular una ley general que
exprese: "Todo animal herido con curare morirá envenenado".
Se hace ver que la ley adopta la forma de un enunciado general -habla
de todos-, en el que hace una predicción acerca de lo que sucederá.
El predecir un suceso es la meta del conocimiento, y por supuesto, de
la ciencia: esas presunciones son la base del éxito de las acciones
de los hombres en su medio natural y social.
Muy tempranamente se vio uno de sus principales defectos: si se registra
como dato relevante sólo aquello en lo cual sucede algo en circunstancias
determinadas -sus instancias positivas-, prácticamente puede inducirse
una ley de innúmeros hechos que nadie pretende que formen parte
de la ciencia.
La manera de controlar a la inducción simple consiste en una serie
de métodos cuya autoría se atribuye a John Stuart Mill (1806-1873).
Tiende a no mencionarse que al menos dos de ellos, los más conocidos,
pertenecen a la tradición médica desde los tiempos de Hipócrates,
quien fue el primero en mencionarlos textualmente.
Me refiero a los métodos de la concordancia y
de la diferencia. |