Como observamos, hasta ahora los métodos tienen que ver con
evaluar qué sucede si se eliminan algunos de los factores en juego:
- en la concordancia, se eliminan los accesorios;
- en la diferencia, el principal.
Nos referiremos a continuación a un método en el cual la
eliminación de factores no juega ningún papel. Se trata
del método de las variaciones concomitantes, el
que afirma que un fenómeno que varía cuando lo hace un factor
determinado, indica que este último está conectado al primero
por alguna forma de causalidad.
No es ocioso mencionar que los distintos métodos de Stuart Mill
(y de Hipócrates) se encuentran en la base de los métodos
estadísticos, que se basan, por lo común, en la inferencia
inductiva, a la que continúan en nuestros días.
Pese a que la inducción fue considerada el método científico
por antonomasia, y que la metodología estadística tiene
mucho que ver con la inducción, esta creencia comienza a ser demolida
cuando el filósofo escocés David Hume (1711- 1776) sostiene,
con buenos argumentos, que la inducción misma -aquello que justifica
a la ciencia, su método- no se encuentra justificada.
Desarrollos posteriores muestran que la inducción no puede
explicar a toda la ciencia. Esto hace que hacia 1930, el filósofo
vienés Karl Popper proponga que la ciencia no es -como se pensaba-
inductiva, sino hipotético-deductiva. A su luz, incluso los más
característicos métodos inductivos son revisados, y reordenados.
Nosotros, médicos, debemos recordar que el método hipotético-deductivo
fue planteado unos 70 años antes por el fundador de la fisiología
moderna, Claude Bernard, en su clásico libro Introducción
al método de la medicina experimental.
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El próximo apartado está destinado a narrar cuáles
son los problemas de la inducción, las consecuencias que
tiene para la ciencia, y cómo estos problemas son resueltos
desde la metodología hipotético-deductiva, de una
manera que constituye un rechazo a la inducción como método
científico. |
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