Introducción
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Esta unidad continúa otras unidades previas. En ellas
se introdujeron algunas nociones básicas, como las que se
refieren al lenguaje de la ciencia, la definición de niveles
de lenguaje, las leyes científicas, etc. No se van a reiterar
en este momento, por lo que sugiero releerlos si surge alguna dificultad
en la comprensión de algún término especializado. |
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Se sintetizarán, en cambio, algunas nociones sobre el método
inductivo, que son introductorias a la comprensión del método
hipotético deductivo, que es considerado en nuestros días
el método científico por antonomasia, aquel en el que se
presentan tanto los artículos científicos como los proyectos
de investigación, así como la forma en que se analizan los
artículos que se leen.
Habíamos mencionado que durante siglos, se había considerado
que el método inductivo era el método de la ciencia. Las
leyes se justificaban pues desde los casos que conocemos, se inducen,
por generalización, esos enunciados generales que son las leyes.
También habíamos mencionado que al menos desde Hume, se
sabía que la inducción no podía ser justificada de
ninguna manera, y por lo tanto, que la misma ciencia, sus leyes, no tenía
justificación.
Desde el Círculo de Viena, un grupo formado en Viena alrededor
de los años veinte del siglo pasado por científico, lógicos
y matemáticos de primera línea, entre los que cuentan Einstein
y Russell- se responde que las leyes no son auténticos enunciados,
son sólo reglas para pasar de unos enunciados que habla de sucesos
observables -de Nivel I- a otro enunciado que habla de otro hecho observable,
que ocurre a continuación del primero. Así, una inducción
muy simple como la que permite decir que cuando escuchamos un trueno,
pronto veremos un rayo, pues siempre sucedió así.
Desde el lenguaje de la ciencia, decimos que el primer enunciado "Constato
que este paciente presenta manchas de Koplick" es de Nivel I, y lo
mismo lo es el segundo que predice "Al tiempo presentará una
erupción sarampionosa".
Para quienes buscaban escapar al problema de la inducción, hay
simplemente una unión, dada por la experiencia, entre el primer
enunciado y el segundo.
Podemos compararla con la otra posición, la que sostiene que entre
ambos enunciados, posibilitando el razonamiento, existe una ley no enunciada
más o menos de la siguiente forma:
Una ley que se obtiene por inducción de los numerosos casos en
que una erupción siguió a una manchas en la boca.
Si la primera posición está en lo cierto, las leyes no necesitan
ser justificadas, no es necesario invocar un proceso inductivo que las
justifique, desde el momento en que no hay leyes propiamente dichas, entendidas
como enunciados generales que hablan de todos los miembros de un conjunto
en los que sucede aquello que dice la ley, en todo tiempo y lugar.
La crítica de Hume no tiene, por lo tanto, ninguna consecuencia
para el conocimiento científico, que está formado exclusivamente
por enunciados que hablan de cosas a las que podemos observar sin nada
más que nuestros ojos -rayos y truenos, manchas de Koplick y erupción
del sarampión-, y cuya verdad o falsedad puede constatarse, entonces,
directamente.
Pero se tenía la certeza de que la ciencia hablaba de cosas de
las que no teníamos experiencia directa, y que con eso explicaba
aquello de que podíamos observar, ampliando el universo de lo conocido.
Sin la ciencia no hubiéramos sabido de los mundos del microscopio
ni del telescopio, no hubiéramos conocido el inconsciente, las
reacciones químicas, los genes. No hubiéramos sabido que
el sarampión es una enfermedad causada por un microorganismo.
La propuesta de algunos miembros de Círculo de Viena -llamado instrumentalismo, pues sostenía que las leyes
eran sólo instrumentos, y como tales, ni verdaderas ni falsas-,
si bien eliminaba el problema de la inducción, no explicaba a la
ciencia tal como la conocemos.
La solución a esta disyuntiva la da un filósofo vienes
-Karl Popper-, contemporáneo y amigo de los miembros del Círculo
de Viena, que plantea que la ciencia no es inductiva, sino hipotética
y deductiva. Mediante su propuesta la ciencia deja de ser injustificada,
para pasar a ser una actividad racionalmente justificada.
En lo que sigue mostraremos los elementos que forman el método
hipotético-deductivo, y los principios en los que se fundamenta.
A los efectos expositivos, dividiremos al método hipotético-deductivo
en dos versiones:
- una que llamaremos simple o dogmática,
y
- otra, la definitiva, que llamaremos compleja o liberalizada.
El método hipotético-deductivo simple, aunque incompleto,
es una versión que contiene los elementos básicos del método,
y la manera más clara de presentarlo.
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Para terminar, relacionaremos los elementos del método
hipotético-deductivo simple con los puntos que deben figurar
en un proyecto de investigación, o un artículo científico.
Luego de exponer el método más complejo, en los próximos
apartados, haremos lo propio con los puntos de los artículos
científicos que corresponden a sus elementos, que son una
continuación de los anteriores, completándolos, pero
sin eliminarlos. |
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