Los resultados de la observación

Una vez llegado al enunciado básico, observacional, que es una consecuencia de deducir desde la hipótesis, llega la hora de ver si esto se cumple o no se cumple.

Supongamos que enunciemos de la siguiente manera el resultado de la experiencia:

"A Sultán se le extirpó el pancreas, y no padece diabetes".

Este enunciado básico, por supuesto contradice el enunciado existencial que prohibe que eso suceda con Sultán, que es entonces, falso.

¿Qué sucede con la hipótesis, si su consecuencia observacional es falsa?

Si esto es así, la hipótesis es, sin ninguna duda, falsa. Para explicarlo debemos recurrir a las leyes de la lógica. Sabemos que lo obtuvimos deduciendo desde la hipótesis.

Es sabido que las leyes de la lógica conservan la verdad, es decir, que si se parte de premisas verdaderas, la conclusión debe ser verdadera.
En este caso la conclusión es falsa.

Como la lógica prohíbe que se pueda ir desde la verdad de las premisas a una conclusión falsa, necesariamente la premisa -la hipótesis- debe ser falsa.
En el lenguaje del método hipotético-deductivo, si la consecuencia observacional es falsa, la hipótesis ha sido refutada.

Como vemos, no hay dudas acerca de que el método nos permite constatar si una hipótesis es falsa, nos permite refutarla.

¿Qué sucede si la consecuencia observacional es verdadera, si sucede en el mundo de la experiencia lo que prevee la hipótesis?
¿Qué sucede si describimos los resultados de la experiencia con un enunciado básico que diga "A Sultán se le extirpó el páncreas y desarrolló una diabetes grave".?

La primera respuesta que surge es que la hipótesis es, por lo tanto, verdadera. Sin embargo, esto no es así, no puede decirse que la hipótesis sea verdadera. De acuerdo a las leyes de la lógica, desde premisas falsas, con un razonamiento verdadero, puede llegarse a una conclusión verdadera. La verdad de la conclusión no dice nada acerca de la verdad de la premisa.

¿y qué pasa si siempre las predicciones que permite la hipótesis son verdaderas? ¿Podemos decir en este caso que la hipótesis es verdadera, o que está más próxima a la verdad?

De ninguna manera. No importa que sea un caso o que sean mil, no por eso la hipótesis avanza hacia la verdad.


La primera conclusión a la que se llega cuando se adopta el método hipotético-deductivo es paradójica. Las hipótesis se pueden refutar, pero no verificar. Más aún.
Lo que caracteriza a la ciencia es que sus afirmaciones son refutables en principio. No es que sean refutadas, porque entonces estaría formada por falsedades, sino que puedan ser refutadas por la experiencia cuando se las pone a prueba.

El término que se emplea es de corroborada, la hipótesis ha sido corroborada. Su significado es muy débil, y sólo quiere expresar que no le ocurrió nada en el proceso de ponerla a prueba.


Popper dice que cuando esto sucede, cuando se ponen a prueba de muchas maneras y resulta airosa, la hipótesis ha "demostrado su temple", y puede ser usada como si fuera verdadera por los científicos, que en ese uso continúan probándola, hasta que finalmente se la refute, y de lugar a una hipótesis más completa, mejor, pero siempre refutable en principio.

Como sucedió en la historia de la filosofía, la del páncreas resultó sólo una parte -muy importante- de la cuestión. Desde las investigaciones de Bernardo Houssay sabemos que también es importante la hipófisis, al punto que su extirpación impide la muerte por diabetes de los animales de experimentación. También intervienen otras glándulas de secreción interna, el sistema nervioso, etcétera.

Esta asimetría entre la refutación y la verificación de las hipótesis -se refutan, pero no se verifican- se expresa diciendo que:

  • la verdad desciende en la cadena deductiva -la verdad se conserva-
  • mientras que la falsedad asciende.

Afirmar la verdad de la hipótesis de la que partió la cadena deductiva es un error lógico, una falla de razonamiento llamada Falacia de afirmación del consecuente. Consiste precisamente en esto, afirmar mediante la verdad de la conclusión (el consecuente) de un razonamiento, la verdad del antecedente, o premisa primera.

En cambio, la refutación es posible mediante un razonamiento válido, conocido desde la época medieval como Modus Tollens, y que permite desde la negación del consecuente, negar el antecedente.

 
 
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