Una enigmática frase de Claude Bernard al final de su narración
de la experiencia -frustrada en un comienzo- de provocar diabetes artificial
a un conejo mediante la punción del cuarto ventrículo, nos
colocará al límite del refutacionismo, sea dogmático
o liberalizado.
Decía C. Bernard refiriéndose a dicha frustración:
Evidentemente, lo que llama hecho negativo es un enunciado básico
refutatorio. Añade a continuación:
Aunque no ignora la existencia de estos hechos, los califica de incomprensibles
mientras no muestren las condiciones que los determinan, so pena de caer
"en el reino de lo indeterminado, a saber de lo oculto y maravilloso",
con lo que el razonamiento experimental "estaría continuamente
detenido o inevitablemente llevado al absurdo".
¿Qué quiere decir C. Bernard con
"hecho crudo"?
Aquel cuya causalidad se ignora. Sólo pertenece
a la ciencia, entonces, cuando se conoce a qué ley obedece, y ésta
debe ser, necesariamente, otra distinta a la que refuta.
|
 |
En síntesis: un hecho refuta una hipótesis
cuando es consecuencia observacional de otra hipótesis. Lo
que refuta una hipótesis es otra hipótesis, a través
de enunciados básicos que la corroboran. Así, un mismo
hecho refuta a la primera, mientras corrobora a la segunda. Esta
situación ha recibido el nombre de experiencia crucial,
puesto que permite decidir entre dos hipótesis alternativas
acerca del mismo campo de estudio. |
|
|
Popper concuerda totalmente con este punto de vista,
y le da una vuelta de tuerca cuando compara teorías complejas
como las de Newton y Einstein. No bastaba que una explicara un fenómeno
mientras que la otra fallaba en hacerlo, como sucedía con el
adelantamiento del perihelio de Mercurio, que refutaba a la primera,
siendo un resultado natural de los cálculos de la segunda. Debía
tener mayor contenido empírico, explicar sucesos en un rango
de fenómenos más amplio. Fue necesario que la teoría
de Einstein predijera la incurvación de los rayos lumínicos
cuando pasan cerca de una masa gravitatoria considerable, hecho no previsto
por la teoría newtoniana, y que fuera corroborado en el curso
de la experiencia que marcó a Popper en 1919.
Lakatos dirá que el juicio no se emite en el
momento del choque crucial entre teorías, sino que es diferido
hasta contemplar más de la evolución de ambas, demorando
históricamente el reemplazo de una por otra. Lo que en principio
no se considera una experiencia crucial, llega a serlo cuando se contempla
retrospectivamente el desarrollo de las teorías. Aunque quizás
nos encontremos aquí no en el límite del hipotético-deductivismo,
sino por fuera del mismo, donde no nos acompaña el pensamiento
de Popper o
de C. Bernard.
Hemos pasado, casi inadvertidamente, de la contrastación de hipótesis
aisladas -para el que parecía especialmente diseñado el
refutacionismo liberalizado-, a la contrastación de hipótesis
alternativas y luego a la elección entre teorías más
amplias con desarrollos que abarcan numerosos rangos de fenómenos
que las corroboran o las desafían. Sus evoluciones en el tiempo
y el reemplazo de unas por otras comienzan a ser impensables incluso en
el marco del hipotético-deductivismo más liberalizado.
Nos encontramos en este momento en una inflexión dentro de la
filosofía de la ciencia que marca el cambio de la problemática
iniciada por el neo-positivismo a una nueva manera de entender la actividad
científica: el avance de la ciencia como desarrollo de paradigmas,
estrategia de reflexión inaugurada en 1962 por Thomas Kuhn en La
estructura de las revoluciones científicas, que cierra
un capítulo brillante de la historia, para iniciar otro. |