El Psicoanálisis

Sigmund Freud, fue un médico austriaco (1856 – 1939). Vivió en Viena hasta marzo de 1938, fecha en la que se incrementaban las persecuciones contra los judíos y se decidió a partir para Londres, donde murió un año después. En 1910, Freud había fundado la Sociedad Internacional de Psicoanálisis.

El postulado de partida de Freud referido a los procesos inconscientes, lejos de agregar un capítulo nuevo al dominio de las ciencias llamadas positivas del siglo XIX, introduce una ruptura radical con todos los discursos anteriores.

Al principio, utilizó en un principio la hipnosis y la sugestión en el tratamiento de pacientes, hasta que abandona estas técnicas para adoptar la “asociación libre” del paciente.

El término “psicoanálisis” apareció por primera vez en 1895. Freud explicó de la siguiente manera su postulado:

“Mientras que para la mayoría “conciente” y “psíquico” son lo mismo, nosotros nos vimos precisados a ampliar este último concepto y a admitir algo psíquico que no es conciente. Y sucede algo muy parecido cuando otros declaran idénticos “sexual” y “perteneciente a la reproducción” – o, si quieren decirlo más brevemente, “genital” –, mientras que nosotros debemos admitir algo “sexual” que no es “genital” ni tiene nada que ver con la reproducción. Esta es sólo una semejanza formal, pero que tiene una base más profunda.” (Freud Sigmund, 17ª Conferencia de Introducción al Psicoanálisis (1916/17), Obras Completas, Volumen XVI, Ed. Amorrortu.)


Reconoce un tipo de funcionamiento mental que presenta sus mecanismos propios, regido por ciertas leyes y muy diferente de los procesos de pensamiento que se ofrecen a la observación psicológica tradicional. Este modo de funcionamiento (por Ej. los sueños) no se caracteriza, como afirmaba la psicología clásica, por una ausencia de sentido.

El sentimiento consciente de la unidad de lo mental (sentirme yo mismo) que habitualmente experimentamos, es una ilusión a partir del postulado de los procesos inconscientes. Freud sostuvo que la actividad conciente (reflexión, conciencia de sí) aparece tardíamente y abarca una pequeña parte de nuestra actividad psíquica cotidiana.

Al decir de Freud, la naturaleza íntima de lo inconsciente nos es tan desconocida como la realidad del mundo exterior. En otras palabras, la conciencia nos informa sobre lo interno de una manera tan incompleta como nuestros órganos de los sentidos sobre el mundo exterior.

Lo inconsciente continuará siendo un postulado central del pensamiento freudiano. Es ya clásico utilizar la metáfora de la linterna para graficar estos conceptos: un haz de luz con foco de luminosidad central y zona de progresiva oscuridad hacia los bordes de la luz. La zona central de la luz es la representación de lo conciente; la zona de progresiva degradación de la luz se identifica con lo inconsciente.



En resumen:

Podemos apreciar que para el psicoanálisis la vida psíquica no tiene su centro en la conciencia del hombre, en su racionalidad. Como consecuencia de ello, produjo un desplazamiento de las investigaciones hacia el estudio de lo inconsciente, para determinar sus leyes, sus mecanismos de su funcionamiento y su interrelación con el sistema preconsciente – conciencia.

Según Freud, el hombre ha sufrido un triple descentramiento:

  • En primer lugar y como consecuencia de los descubrimientos en el campo de la física y la astronomía, la Tierra dejó de ser el centro del universo.
  • En segundo lugar, con el Evolucionismo, el hombre mismo paso a formar parte del reino animal.
  • Por último, con el descubrimiento del inconsciente relativizó la importancia del control y voluntad conscientes de los seres humanos.
 
 
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