Proceso Primario – Lo Inconsciente

El término inconsciente es el más difundido del psicoanálisis, hasta el punto que identifica al psicoanálisis mismo.


Fue concebido como un espacio psíquico que se constituye a partir de sucesivos procesos de censura de experiencias que fueron concientes (de dolor o de satisfacción) y luego fueron reconvertidas en inconscientes.

El modo de funcionamiento inconsciente es el proceso primario (que el sueño pone especialmente en evidencia).

En la vida adulta, lo inconsciente no llega a la conciencia en forma directa, sólo se abre paso a la conciencia a través de asociaciones, como por ejemplo los sueños, los actos fallidos (equivocaciones u olvidos en la realización de cualquier acción), los lapsus (equivocaciones de palabras) y los síntomas.

Su conocimiento sólo puede darse de un modo indirecto, mediante los datos que suministran los sueños, los actos fallidos, los test proyectivos y sobre todo, la historia de síntomas neuróticos y psicóticos.

Es un sistema en constante evolución y cuyas energías psíquicas son las que “cargan” nuestras representaciones mentales. Es la parte más arcaica y originaria del psiquismo y al mismo tiempo la parte más próxima a lo somático.

Según la teoría psicoanalítica, las representaciones del inconsciente tienen la particularidad de incidir de manera decisiva en la vida psíquica del sujeto, son eficaces.

Para los psicoanalistas, los síntomas propios de la neurosis (y otras patologías psíquicas) son el efecto de algo que el sujeto no conoce, pero lo suficientemente eficaz como para, por ejemplo, contrariar su voluntad.

Además de lo ya mencionado, el inconsciente reconoce las siguientes características:

Predominio del principio del placer.

Ausencia de cronología: los contenidos del inconsciente se despliegan sin pasado ni futuro, sólo el presente. Todas las tendencias humanas son vividas por el inconsciente en tiempo actual, incluso cuando se refieren al pasado o al futuro. Los sucesos más remotos se vivencian como si acabaran de ocurrir, por eso se dice que el inconsciente es atemporal. (Por ejemplo un hombre de 35 años luchaba inconscientemente con la figura y autoridad de su padre aunque este había muerto cuando él tenía 10 años).

Ausencia del concepto de contradicción: en las elaboraciones del inconsciente pueden coexistir sucesos contradictorios.

Igualdad de valores para la realidad interna y la externa con supremacía de
la primera.

Los Sueños

Al mismo tiempo que protege el dormir, el sueño asegura, bajo una forma camuflada, cierto cumplimiento de deseo no conciente.

Cuando alguien cuenta un sueño, lo hace concientemente. Es decir que le está dando forma conciente a algo que sucedió inconscientemente, mientras dormía. De este modo, el relato del sueño para los psicoanalistas es en sí mismo una comunicación de contenidos que atravesaron la censura.

Por lo tanto se denomina “contenido manifiesto” al relato conciente del sueño. Pero se postula que tras esto manifiesto, existe un “contenido latente”, en el inconsciente.


El absurdo, la incongruencia de los sueños no es azaroso o accidental. El sueño tiene un sentido, ese sentido está oculto para el soñante y no se desprende en forma directa de las figuras que utiliza el sueño, sino de un conjunto de elementos inconscientes propios del soñante mismo.

¿Cómo ha “disfrazado” este sujeto lo que contiene su inconsciente?

La formación del sueño se efectúa con procedimientos psíquicos extraños al pensamiento conciente. Estos mecanismos son responsables de la impresión de extrañeza que el sueño produce en nosotros. Aparecen como historias “sin sentido”.


La Condensación es uno de estos mecanismos que se observa cuando un mismo elemento (o representación) “condensa” ó representa varios pensamientos del sueño originario. En una representación pueden confluir una serie de significaciones, o una serie de otras representaciones.


Se fusionan varias ideas del pensamiento inconsciente, para llegar a una sola imagen en el contenido manifiesto, consciente. Al decir de Freud la condensación "reúne y concentra los pensamientos dispersos del sueño".



Ejemplo de condensación: En un sueño puede aparecer un personaje compuesto por partes de varios otros (“la cara era de mi vecino pero estaba diciendo algo que siempre repetía mi abuela paterna”).



El Desplazamiento, en cambio, consiste en que los elementos  inconscientes más significativos para el sujeto se representan por detalles mínimos, aparentemente indiferentes. Se “desplaza” la carga energética, el afecto, de una representación a otra.



Ejemplo de desplazamiento: Para comprender el desplazamiento podemos ejemplificarlo con vivencias cotidianas. Una persona, que está enojada con su jefe, pero no puede darse el lujo de decírselo, “desplaza” este afecto a un compañero, sin darse cuenta. Solemos decir: “¿Por qué se la agarra conmigo, si está enojado con el otro?” El compañero recibe entonces una intensidad de interés psíquico sin común medida con la que normalmente debería tener, en tanto el enojo con el jefe queda oculto (reprimido). En un sueño, podría ser que un vecino al que casi un sujeto no conoce, aparezca jugando el rol de padre en forma oculta, (“era mi vecino, yo era chico y estábamos en la playa…”, ¿a qué le recuerda esa playa del sueño?, “a cuando estábamos de vacaciones con mi papá…”)


Para descubrir el significado del sueño se requiere de las asociaciones producidas por el sujeto. Queda entonces excluido que ese sentido pueda ser determinado sin la colaboración del soñante.

También fue el modelo del sueño el que condujo a Freud a postular que el objetivo del proceso inconsciente consistía en reproducir, en forma alucinatoria, las representaciones a las que un sujeto ha conferido un valor privilegiado de acuerdo con sus experiencias de satisfacción, y en particular aquellas más primarias.

Hipnosis


En los primeros pasos de sus investigaciones Freud practicó la hipnosis. Un sujeto es sometido a un estado hipnótico durante el cual se le da una orden cualquiera: por ejemplo que beba agua. Acto seguido, se le despierta y es invitado a explicar lo que recuerda. En este momento, la persona realiza la orden recibida en estado hipnótico, es decir, beber agua. Interrogado sobre el motivo de esta acción, manifiesta que no lo sabe, aunque trata de justificarla de una manera obvia; porque tenía sed.

Sin embargo, la explicación de la acción descrita anteriormente no está en la sed, sino en la orden de beber agua (de la que el sujeto no tiene conciencia porque es incapaz de recordar). La conciencia sólo retiene beber agua; mientras que la orden y la figura del hipnotizador permanecen en el inconsciente.

 
 
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