2.3 Socialización Secundaria




La socialización secundaria es la adquisición del conocimiento específico de roles (comportamientos rutinarios dentro de un área institucional), estando éstos directa o indirectamente arraigados en la división del trabajo. Al mismo tiempo los “submundos” internalizados en la socialización secundaria son generalmente realidades parciales que contrastan con el “mundo de base” adquirido en la socialización primaria.




Existe una gran variabilidad histórico-social en las representaciones que comporta la socialización secundaria. Los procesos formales de ésta presuponen un proceso previo de socialización primaria. Debe tratar con un yo formado con anterioridad y con un mundo ya internalizado. Existe un problema de coherencia entre las internalizaciones originales y las nuevas.

Se necesitan fuertes impactos biológicos para poder desintegrar la realidad masiva internalizada en la primera infancia, pero éstos pueden ser mucho menores para poder destruir las realidades internalizadas más tarde.

La realidad original de la niñez es el hogar y se plantea naturalmente y, en comparación con ella, todas las realidades posteriores son artificiales. Así pues, el maestro de escuela trata de hacer familiares los contenidos que imparte, haciendo que resulten tan llenos de vida como el mundo hogareño del niño, vinculándolos con las estructuras de relevancia ya presentes en el mundo hogareño, induciendo a la atención del niño a separarse de sus objetos naturales para fijarse en estos más artificiales.

Los “roles”están directa o indirectamente relacionados con la división del trabajo. La socialización secundaria requiere la adquisición de vocabularios específicos de “roles”. Los procesos formales de la socialización secundaria se determinan por un problema fundamental: siempre presupone un proceso previo de socialización primaria; o sea que debe tratar con un yo formado con anterioridad y con un mundo ya internalizado.


Esto presenta un problema porque la realidad ya internalizada tiende a persistir. Existe un problema de coherencia entre las internalizaciones originales y las nuevas.

El acento de realidad del conocimiento internalizado en la socialización primaria se da casi automáticamente; en la socialización secundaria debe ser reforzado por técnicas pedagógicas específicas, debe hacérselo sentir al individuo como algo familiar.

 

Obeservaciones Sobre la Socialización Secundaria

  • Es la adquisición de conocimiento específico de roles.
  • Proceso más artificial, se necesitan técnicas pedagógicas.
  • No hay relación afectiva, hay anonimato.
  • Es necesario e imprescindible para seguir siendo miembro de la sociedad

 

2.3.1 Mantenimiento y Transformación de la realidad subjetiva

La socialización primaria internaliza una realidad aprehendida como inevitable. Esta internalización puede considerarse lograda sí el sentido de inevitabilidad se halla presente casi todo el tiempo, al menos, mientras el individuo está en actividad en el mundo de la vida cotidiana.

Es conveniente distinguir dos tipos generales de mantenimiento de la realidad: mantenimiento de rutina y mantenimiento de crisis.

  • El primero está destinado a mantener la realidad internalizada en la vida cotidiana y
  • el segundo en las situaciones de crisis.

La realidad de la vida cotidiana se mantiene porque se concreta en rutinas, lo que constituye la esencia de la institucionalización. La realidad de la vida cotidiana se reafirma continuamente en la interacción del individuo con los otros.

  • Los otros significantes constituyen, en la vida del individuo, los agentes principales para el mantenimiento de su realidad subjetiva.
  • Los otros menos significantes funcionan como una especie de coro.

Resulta muy posible que exista cierto desacuerdo entre estas personas. En ese caso el individuo se halla frente a un problema de coherencia que puede resolver modificando su realidad o renovando sus relaciones para el mantenimiento de aquella. (Tiene la alternativa de aceptar su identidad como fracasado, o de despedir a su secretaria o divorciarse de su esposa).

El vehículo más importante del mantenimiento de la realidad es el diálogo.

El diálogo cotidiano mantiene la realidad subjetiva, esta última adquiere solidez por la acumulación y la coherencia del diálogo casual, diálogo que puede permitirse ser casual precisamente porque se refiere a las rutinas de un mundo y se da por establecido.

El lenguaje objetiviza el mundo. El diálogo es la actualización de esta eficacia realizadora del lenguaje en las situaciones “cara a cara” de la existencia individual.

Para poder mantener eficazmente la realidad subjetiva, el aparato conversacional debe ser continúo y coherente. La frecuencia del diálogo realza el poder de éste como productor de realidad; pero la falta de frecuencia puede, a veces, compensarse con la intensidad del diálogo (podemos ver al ser amado una sola vez al mes, pero el diálogo que se produce tiene una intensidad suficiente para suplir su falta relativa de frecuencia).

La realidad subjetiva siempre depende de la base social específica y de los procesos sociales requeridos para su mantenimiento.

Es verdad que un individuo suele recordar las realidades de su pasado; pero la manera de “refrescar” esos recuerdos es dialogar con quienes comparte su relevancia.

En situaciones de crisis se utilizan los mismo procedimientos que para el mantenimiento de rutinas, excepto que las confirmaciones de la realidad tienen que ser explícitas e intensivas.

Con frecuencia se ponen en juego técnicas de ritual. Si bien el individuo puede improvisar procedimientos para mantener la realidad frente a una crisis, la sociedad establece procedimientos para situaciones que presenten reconocido riesgo de una ruptura con la realidad (muerte).

Todo lo dicho hasta ahora sobre la socialización implica la posibilidad de que la realidad subjetiva pueda transformarse.

 

Proceso de Alternación

Como dijimos la socialización implica la posibilidad de que la realidad subjetiva pueda transformarse. Vivir en sociedad comporta un proceso continúo de modificación de la realidad subjetiva. Hablar de transformaciones implica examinar los diferentes grados de modificación.

La realidad subjetiva nunca se socializa totalmente, sin embargo, hay ejemplos de transformaciones que parecen totales y las llamaremos alternaciones. La alternación requiere procesos de re-socialización, que se asemejan a la socialización primaria porque tienen que volver a atribuir acentos de realidad y deben reproducir la identificación con los elencos socializadores, que era característica de la niñez. Una receta para lograr la alternación tiene que disponer de una base social que sirva como laboratorio de transformación. La estructura de plausibilidad debe convertirse en el mundo del individuo, desplazando a todos los demás mundos, especialmente a aquel en que el individuo habitaba antes de su alternación. Una vez que la nueva realidad ha quedado fija, pueden entablarse nuevamente relaciones con extraños, aunque aquellos que solían ser biográficamente significantes todavía constituyen un peligro. Las personas y las ideas que discrepen con las nuevas definiciones de la realidad deben evitarse sistemáticamente.

El requisito más importante para la alternación consiste en disponer de un aparato legitimador para toda la serie de transformaciones. Deben legitimarse las etapas por las que ésta se asume y se mantiene, como también el abandono o repudio de todas las realidades que se den como alternativa. La biografía anterior a la alternación se elimina colocándola dentro de una categoría negativa, produciendo nuevas interpretaciones de hechos y personas del pasado. Como no puede olvidar por completo, el individuo quita o inserta hechos donde quiera que se necesiten para armonizar el pasado que se recuerda con el que se re-interpreta. La base de realidad para la re-socialización es el presente, en tanto que para la socialización secundaria es el pasado.



El ejemplo mas claro para ver la alternación es la conversión religiosa.

El individuo alternalizado se desafilia de su mundo anterior y de la estructura de plausibilidad que lo sustentaba, si es posible, corporalmente, o si no, mentalmente. En cualquiera de los dos casos, ya no puede seguir “uncido con incrédulos” y por lo tanto hay que protegerlo contra la influencia potencialmente destructora de la realidad.
La alternación comporta una reorganización del aparato conversacional.

En la re- socialización el pasado se re- interpreta conforme con la realidad presente, con tendencia a reproyectar al pasado diversos elementos, que, en ese entonces, no estaban subjetivamente disponibles.

En la socialización secundaria el presente se interpreta de modo que se halle en relación continua con el pasado, con tendencia a minimizar aquellas transformaciones que se hayan efectuado realmente.

Obeservaciones Sobre la Alternación

  • Es una ruptura de la socialización primaria y secundaria y requiere procesos de re- socialización.
  • Continuidad de la socialización primaria y secundaria; la alternación es ruptura entre ambos.
  • Ejemplo: religión; reinterpreta toda su vida desde el presente

 

Socialización Exitosa y Deficiente



La socialización exitosa es el establecimiento de un alto grado de simetría entre la realidad objetiva (social) y la subjetiva (individuo) y la socialización deficiente es la asimetría entre la realidad objetiva y la subjetiva.


El éxito máximo de la socialización probablemente se obtenga en las sociedades que poseen una división del trabajo sencilla y una mínima distribución del conocimiento. La socialización en esas condiciones produce identidades socialmente predefinidas. Todos en gran medida son lo que se supone que sean. En una sociedad de esta clase todos saben quien es cada uno y quienes son los otros. En tales condiciones la socialización deficiente ocurre sólo como resultado de accidentes biológicos o sociales. El cojo y el bastardo constituyen prototipos de estos dos casos. Están estigmatizados, es decir, predefinidos por la sociedad.


La socialización deficiente puede ser resultado de la heterogeneidad en los elencos socializadores. Por ejemplo, pueden existir situaciones en la que todos los significantes de la socialización primaria mediaticen una realidad común. Un niño puede ser educado por sus padres y por un tutor reclutado de una sub-sociedad étnica y o de clase. Cuando los mundos discrepantes se mediatizan en la socialización primaria, al individuo se le presenta una elección entre identidades perfiladas. Puede convertirse en un hombre como lo concibe la raza A o como lo concibe la raza B. Aquí es donde aparece la posibilidad de una identidad oculta. Discrepancias similares se producen entre los procesos de socialización en la familia y en el grupo de pares. Tales situaciones producen conflictos internos de culpa.

Todos los hombres, una vez socializados, resultan “traidores a si mismos”. El problema interno de esa traición se vuelve mucho más complicado si lleva apareado el problema adicional de cuál de sus “yo” es el traicionado en un momento dado, problema que se plantea tan pronto como la identificación con otros significantes diferentes incluye a otros generalizados diferentes. En cada traición existe una concomitante “traición a sí mismo” en cuanto se ha identificado con los dos mundos discrepantes.
La posibilidad de individualismo se vincula directamente con una socialización deficiente. El individualista surge como un tipo social específico que tiene al menos el potencial para peregrinar entre la cantidad de mundos disponibles y que, deliberada o conscientemente, se ha fabricado un yo con el “material” proporcionado por la cantidad de identidades disponibles.

Cuando existen discrepancias entre la socialización primaria y la secundaria puede darse la socialización deficiente. La unidad de la socialización primaria se mantiene, pero en la secundaria las realidades e identidades que se dan como alternativas aparecen como opciones subjetivas. Las opciones están limitadas por el contexto social del individuo.

Por ejemplo, un individuo quiere ser caballero, pero por su posición social esta ambición es absurda. La identidad subjetivamente elegida se convierte en una identidad fantástica. En la socialización secundaria los individuos pueden internalizar realidades diferentes sin identificarse con ellas, esta se denomina “alternación fría”.

En este caso la socialización deficiente debe entenderse en razón de la asimetría existente entre la realidad objetiva y subjetiva. Discrepancia entre la socialización primaria y la secundaria.

 



ACTIVIDAD 2

A partir de la lectura del siguiente texto:

  • Relacione con los textos “¿Es natural todo lo que hacemos en nuestra vida cotidiana?” y “La realidad cotidiana”:
“A las esposas les diré por conclusión, que una mujer cuando se irrita se muda de sexo; y que las mujeres nunca son más fuerte que cuando se arman con su debilidad. Dice un refrán que triste es la casa donde la gallina canta, y el gallo calla; pero cuando el gallo no sabe cantar, cuando el hombre no está a la altura de su misión de su esposo y de jefe de familia, le falta capacidad o entereza, puede muy bien la esposa, si tiene las dotes correspondientes, arrogarse algunas facultades y suplir con su prudencia, dulzura y discreción las cualidades que carezca el marido.
En el seno de la familia, como en toda sociedad y en toda nación, quien más sabe más puede, y la dirección toca de derecho al más inteligente. Así pues, si es verdad que generalmente el hombre hace a la mujer, cierto es también que en algunos casos la mujer puede hacer al hombre. Digo en algunos casos, porque la regla general es que la mujer esté sometida al varón. (Se lee muy bien en el capítulo lll, V. 16, del Génesis). En su epístola primera a los Corintios, dice San Pablo que el varón es la cabeza de la mujer.” Dr. F. Monlau “Higiene del Matrimonio Editorial Garnier 1901

El texto del Dr. Monlau se puede relacionar con lo que Durkheim llama hecho social “ toda manera de hacer, fijada o no, susceptible de ejercer sobre el individuo una coacción exterior; o bien: Que es general en el conjunto de una sociedad, conservando una existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales” podemos decir que la definición de mujer en la época que escribe es un “hecho social”.

Desde la perspectiva de Berger y Luckmann podemos relacionar como se construye la identidad y como legitima el autor el rol de la mujer podemos ver que utiliza tres niveles de legitimación el 2º nivel utiliza un refrán, el 3º nivel, si tenemos en cuenta que escribe es un medico justifica el rol de la mujer a través de una teoría especifica la medicina y el 4º nivel por la religión, en este caso particular una cita de la Biblia.

Si analizamos este texto utilizando la imaginación sociológica podemos entender al autor como esta influido por el contexto histórico de principio de siglo, donde el rol de la mujer era más “conservador” de lo que en es en la actualidad.

 

Socialización Primaria y Secundaria

CUADRO-COMPARATIVO

SOCIALIZACION PRIMARIA

SOCIALIZACION SECUNDARIA

Es la primera por la que el individuo atraviesa en la niñez
Por ello el niño se convierte en miembro de la sociedad.
Es la más importante para el individuo
Se efectúa en circunstancias de enorme carga emocional.
El YO es una entidad reflejada, que refleja las actitudes que primeramente adoptaron para con él los otros significantes.
Crea en la conciencia del niño una abstracción progresiva que va de los “roles” de otros a los “roles” y actitudes en general.
Se forma el OTRO GENERALIZADO.
LENGUAJE: *Es el contenido e instrumento más importante de la socialización.
Es lo que debe internalizarse por
sobre todo.
No existe problema de identificación: el niño internaliza el mundo de sus significantes como “EL” mundo.
Este mundo se implanta en la conciencia con más firmeza que los internalizados en las secundarias.
Los contenidos específicos varían de una sociedad a otra.
Se internalizan los rudimentos del
aparato legitimador.
Se construye el PRIMER MUNDO del individuo: este mundo es
indudablemente real.
Se producen algunas crisis al descubrirse que el mundo de los propios padres NO es el único que existe.
El acento de realidad del conocimiento internalizado se da casi automáticamente.
La realidad original de la niñez es el “hogar” y se da “naturalmente”.
Finaliza cuando el concepto del otro generalizado se ha establecido en la conciencia del individuo.

 Es cualquier proceso posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores del mundo objetivo de
su sociedad.
Su estructura básica debe semejarse a
la primaria.
Se convierte en necesidad al plantearse la “división del trabajo” y la “distribución del conocimiento” dentro de una sociedad.
Es una internalización de SUB-MUNDOS institucionales.
Su alcance y carácter se determinan por la complejidad de la división del trabajo y la distribución social del conocimiento.
Es la adquisición de conocimientos específicos de “roles”.
Requiere la adquisición de vocabularios específicos de “roles”, internalización de campos semánticos.
Los SUB-MUNDOS son realidades parciales que contrastan con el mundo base (socialización primaria).
Constituyen realidades coherentes caracterizadas por componentes normativos y afectivos.
También requieren los rudimentos de un aparato legitimador.
Su carácter depende del STATUS del cuerpo de conocimiento de que se trate dentro del universo simbólico.
Presupone un proceso de socialización primaria previa. Esto presenta el problema de coherencia entre las internalizaciones originales y las nuevas.
Las limitaciones biológicas son menos importantes.
Esta socialización puede prescindir de la identificación con carga emocional.
Se aprehende el contexto institucional.
Los “roles” comportan un alto grado de anonimato. No hay “significantes” sino funcionarios institucionales con la tarea de transmitir conocimiento específico.
Al contenido se le atribuye una inevitabilidad subjetiva mucho menor que en la primaria.
El acento de realidad de conocimiento internalizado debe ser reforzado por técnicas pedagógicas específicas.
Todas las realidades son “artificiales”.
Los procesos de esta socialización permiten aprender secuencias racional y emocionalmente controladas.
Poseen una realidad subjetiva frágil.
Un ejemplo inmejorable de este tipo de socialización es el desenvolvimiento de la Educación Formal.
 
 
 
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