Tema 6: El lenguaje como construcción de la realidad

El lenguaje es lo que nos hace humanos, diferenciándonos de los demás seres vivos. El lenguaje crea la realidad. El lenguaje puede ser verbal y no verbal , y puede exteriorizarse o no. Cuando exteriorizamos el lenguaje, realizamos una comunicación interpersonal. En el caso contrario, establecemos un diálogo interno o conversación intra-personal. Estos dos tipos de lenguaje crean nuestra realidad.

La comunicación puede darse de varias maneras, entre ellas en forma verbal; es decir, la comunicación a través de las palabras que también atañe a la comunicación escrita.

Las palabras son un medio de comunicación, pero constituyen sólo una parte de ella. Son acciones oídas o leídas por otras personas.

El acto de hablar supone abrir y cerrar la boca, pero también que la lengua, los dientes y el resto del aparato bucal trabajen para producir los complejos sonidos que configuran el habla humana.

Pero comunicarse con los demás mediante palabras es algo más que la realización de las acciones físicas del habla. Las palabras tienen significados diferentes para personas distintas. La edad, la educación y antecedentes culturales son tres de las variables más evidentes que influyen en el lenguaje que emplea una persona y las definiciones que da a las palabras.

Por ejemplo, el lenguaje que utiliza un prestigioso escritor no siempre será comprendido por otros individuos, sobretodo por aquellos que posean otros niveles educativos o simplemente tengan dificultades con el vocabulario específico de ese escritor. Otro ejemplo se puede observar en los empleados que trabajan para una misma organización, pero en diferentes regiones geográficas. Muchas veces se emplean términos y frases únicas de su área y el que no conoce los códigos no puede comprender el significado de los mensajes.

Muchas veces se utiliza el mismo lenguaje, pero el uso del mismo, esta lejos de ser uniforme. El conocimiento de cómo cada persona modifica el lenguaje reducirá las dificultades de la comunicación.

El problema es que los miembros de una institución no saben como los otros con los que interactúa han modificado el lenguaje. Los emisores tienden a suponer que sus palabras y términos serán interpretados de manera adecuada por el receptor. Esto por supuesto, con frecuencia es incorrecto y crea dificultades en la comunicación.

Un ejemplo de esto, podría ser el caso en que un gerente de planta anuncia que es necesario un aumento de presupuesto para el crecimiento de la planta, puede que quiera referirse a la necesidad de adquirir equipo nuevo, sin embargo, el personal existente puede percibir el crecimiento como un exceso de fondos que puede utilizarse para aumentar los salarios.

Es sólo a través de la retroalimentación que el emisor puede determinar si ha sido recibido el mensaje y de qué forma. En este sentido, la ventaja de la comunicación interpersonal es su capacidad para obtener una retroalimentación inmediata a través de señales verbales y no verbales. Los comunicadores expertos ponen mucha atención a la retroalimentación y constantemente modifican sus mensajes basados en lo que ven y oyen del auditorio.

Cuando un docente está frente a su clase explicando un tema nuevo debe asegurarse de que los alumnos entiendan los conceptos expuestos.

La gran pregunta que surge es ¿de qué forma podemos evaluarlo?
¿La retroalimentación es concisa y completa al grado que quien la recibe entiende clara y totalmente lo que se quiere comunicar?

Recuerde que una comunicación exitosa requiere tanto transferencia como comprensión del significado. Si la retroalimentación ha de ser efectiva, necesita asegurarse que quien la recibe la entiende. Una técnica efectiva es hacer que quien recibe repita el contenido para averiguar si la intención que usted se proponía fue captada por completo.

Pero ¿por qué insistimos tanto en la retroalimentación?

Muchos problemas de comunicación pueden atribuirse directamente a malos entendidos e inexactitudes. Estos problemas tal vez no ocurrirían si en la institución se empleara la retroalimentación en el proceso de comunicación. Esta retroalimentación puede ser verbal o no verbal.

Si un preceptor pregunta a un alumno, “entendiste lo que te dije” la respuesta representa la retroalimentación. Pero esta última debe comprender más que un si o un no como respuesta. El preceptor puede hacer una serie de preguntas acerca del mensaje para determinar si se recibió como era su intención o puede hacer que el receptor repita lo que entendió para verificar la comprensión del mensaje.

La retroalimentación no necesita transmitirse por medio de palabras, las acciones pueden hablar más fuerte que las palabras. Por ejemplo cuando una persona pronuncia un discurso ante un grupo, la persona que realiza el discurso observando los ojos y otros indicativos no verbales apreciará si los oyentes están entendiendo el mensaje.

En la comunicación de persona a persona es posible una retroalimentación directa, sin embargo en la comunicación hacia abajo hay menos posibilidades de retroalimentación de parte de los receptores. Una institución exitosa necesita una comunicación hacia arriba que sea eficaz si desea que su comunicación hacia abajo sea apropiada.

En toda organización existen dos sistemas de reglas: el sistema formal y el sistema informal.

El sistema formal: Este conformado por normas oficiales y públicas que establecen la división entre lo prohibido y lo permitido y que prevén sanciones para los infractores. Provienen de una autoridad legítima.

El sistema informal: Constituye un sistema alternativo que coexiste con el formal, estableciendo quién, cómo y cuándo puede hacerse lo contrario de lo que prescribe el código de formal sin ser sancionado. Surgen para hacer frente a necesidades que no son satisfechas por la comunicación formal. Estas comunicaciones no están aprobadas por la dirección y no existe una estructura jerárquica predeterminada por la cual se definan. Por ejemplo, entre las personas que trabajan en las escuelas se crean amistades y se establecen camarilla. Estas, a su vez, permiten que los empleados llenen los huecos en la comunicación dentro de los canales formales.

El sistema de comunicación informal, por tanto, sirve a dos propósitos: Permite que los empleados satisfagan su necesidad de interacción social. También puede mejorar el desempeño de una organización al crear canales de comunicación alternativos y con frecuencia más rápidos y eficientes.

Con esto lo que pone en evidencia, es la presencia de múltiples estándares y reglas que se ponen en funcionamiento en una institución.

Los individuos que conforman una organización ocupan ciertas posiciones, representan determinados roles. El flujo de mensajes entre estas personas constituyen redes de comunicación.

Esta red existe así la comunicación incluya dos personas como a toda la organización.

Las redes de comunicación están determinadas también por mecanismos formales e informales. La red formal, es la que expresa el organigrama. La red informal, es la que incluye toda la información prescindiendo de la función.

En una institución donde los canales de comunicación funcionan en forma correcta, son de gran utilidad.

Para que los miembros de una institución acepten un sistema de valores y creencias, es necesario definir el campo de acción , tener reglas practicas y claras, informadas y comprendidas para mantener la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, como también para que los integrantes actúen de acuerdo a los objetivos. Por eso, es muy importante contemplar las necesidades y expectativas de los integrantes. Las reglas deben ser comunicadas en forma fluida y concreta ya que deben evidenciar una claridad de criterios. Es necesario también que fluya la información en cantidad necesaria para que lograr pertenencia y participación.