¿Qué son las Habilidades Sociales?

Al momento de definir qué son las Habilidades Sociales es probable que podamos encontrar algunas diferencias sobre el criterio utilizado para considerar cuándo una conducta es socialmente habilidosa; una persona que es capaz de actuar según sus propias actitudes, valores, creencias y capacidades cognitivas, podría desempeñar un comportamiento apropiado en una situación y al mismo tiempo resultar inapropiado para otra.  Por lo tanto, la conducta socialmente habilidosa se podría distinguir de acuerdo a su efectividad en una situación determinada. Si realmente, un comportamiento funciona es probable que lo repitamos frente a una situación de similares características. Así, podemos comprender como las Habilidades Sociales son sensibles de ser aprendidas.

Por definición:
La conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo, de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelven los problemas inmediatos de la situación, mientras minimizan la probabilidad de futuros problemas” (Caballo, 1986).

Por consiguiente, hablar en público, pedir colaboración, dar instrucciones o hacer un reclamo, son habilidades sociales que se deben ejercitar para el desarrollo de nuestro bienestar personal, de lo contrario cada situación de vida podría convertirse en un potencial estresor.

Pero antes de trabajar sobre las estrategias que son necesarias para llevarlas a cabo ¿te animas a medir tu propia performance? ¿cuáles son las habilidades sociales qué más desarrollás y cuáles son las que todavía se pueden mejorar?...

Para ello, te invitamos a que realices la Actividad Nº 1: Completar el Cuestionario Autoadministrable de Habilidades Sociales Básicas

Una vez realizado el cuestionario e identificado el desarrollo individual de las habilidades sociales, nos preguntamos:

¿Cuáles son las acciones necesarias para establecer un primer contacto favorable con la otra persona?

En algunas ocasiones el tipo de interacción social, positivo o no, se define en el primer contacto.

No es sólo una frase popular “La primera impresión es lo que cuenta”, seguramente alguna vez nos presentaron alguien y al poco tiempo, sin saber muy bien la razón, terminamos haciendo una valoración sobre ella.  Su apariencia, sus gestos, modales, su voz… pequeños detalles que conforman una imagen que acabamos catalogando de una u otra manera. Por todo ello, en este primer contacto también se podrían definir futuros vínculos, sin embargo aunque es común decirse “no hay segunda oportunidad para una primera impresión”, nosotros somos un poco más flexibles…

Para iniciar una conversación tendremos que tener en cuenta no sólo el objetivo de esa comunicación, lo que vamos a decir, sino también cómo lo vamos a decir.

Muchas conversaciones se pueden interpretar de manera errónea porque el gesto no acompaña el discurso, si vamos a felicitar a nuestro hijo por haber pasado el examen, la postura debería transmitir “felicidad” o “gratitud”, contrario al gesto de evaluación o crítica.

Postura de Felicitación

Postura de Felicitación
 

Postura de Evaluación o Crítica

Postura de evaluación o crítica

Entonces, además de identificar el tipo de interacción que uno quiera establecer, podemos diferenciar distintos estilos:

  1. Pasivo: por lo general no suelen iniciar la conversación, incluso las evitan. Si uno no se acerca, es probable que él tampoco provoque el encuentro.
  1. Agresivo: Cuando quieren iniciar un contacto porque necesitan comunicar una novedad, lo hacen de manera brusca y por tanto, es probable que no reciban la respuesta que  esperan.
  1. Asertivo: Es el estilo más recomendable, ya que implica iniciar una conversación comunicando lo que queremos, libre de sesgos, evitando que nos prejuzguen y sin dejar primeras impresiones erróneas, para ello se sugieren los siguientes pasos:
  1. Saludar a la otra persona cálidamente, lo importante es generar un buen ambiente.
  2. Conectar con la persona, comentando algún tema de su conocimiento o de interés mutuo.
  3. Observar si la otra persona nos escucha activamente.
  4. Iniciar con el primer tema que queramos tratar.
    Para ello es muy útil:
    - Emplear preguntas abiertas y generales
    - Dar información
    - Mantener un lenguaje no verbal franco: contacto ocular, coherencia entre lo que se dice, lo que se piensa, lo que se siente, y lo que se hace.
  5. También es parte de ésta habilidad aprender a presentarse en grupo, introduciéndonos en la conversación o iniciando nosotros una.

Algunos elementos verbales a tener en cuenta para manejar ésta habilidad cuando se realiza por primera vez:

Buenas tardes, soy Andrés ¿cómo les va?

  • Saludar a los miembros del grupo.
  • Decir el nombre.
  • Preguntar a los demás sus nombres.
  • Preguntar cómo se encuentran.
  • Plantear preguntas abiertas, pero concretas: Se pueden hacer observaciones sobre el tema que se está hablando a partir de lo que se haya escuchado, opinar o contar una experiencia personal.
  • Evitar las conversaciones entre dos personas cuando se está en grupos, ya que esto divide al grupo.
 
 
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