2.6. Oligopolio




El oligopolio se produce cuando en un mercado existe un pequeño número de empresas productoras de un bien o servicio igual o muy similar, y por medio de su posición privilegiada dominan y controlan todos los aspectos de su producción (por ejemplo calidad, costos, precios).

En algunos mercados oligopólicos, algunas o todas las empresas obtienen considerables beneficios a largo plazo porque las barreras de entrada (ejemplo: economías de escala, patentes, acceso a una tecnología, etc.) dificultan o impiden la entrada de otras en el mercado. El oligopolio es un tipo de estructura del mercado que está muy extendido (Ejemplos: automóviles, siderurgia, aluminio, productos petroquímicos, computadoras, etc.)(3).



En un mercado perfectamente competitivo el precio de equilibrio iguala a la cantidad ofrecida y demandada. Más acabadamente, y al igual que los modelos monopolísticos, cuando un mercado se encuentra en equilibrio, las empresas consiguen los mejores resultados posibles y no tienen razón alguna para alterar el precio o el nivel de producción. Este mismo principio puede aplicarse con algunas modificaciones a los mercados oligopólicos.

Cómo se obtiene el mejor resultado posible, dados los resultados de sus competidoras, es natural suponer que estas competidoras obtienen el mejor resultado posible dados los resultados de la empresa. Cada empresa tiene en cuenta a sus competidoras y supone que éstas hacen lo mismo.

Lo dicho anteriormente es lo que se denomina el equilibrio de Nash(4)
(Cada empresa obtiene el mejor resultado posible dado el resultado de sus competidoras).

En el oligopolio, los consumidores se ven obligados a pagar un precio que es, en la mayoría de los casos, mayor al costo marginal del producto.

 

(3) Pindyck, Robert S.; Rubinfeld, Daniel L.; Beker, Víctor A. – “Microeconomía” – Prentice Hall –San Pablo, Brasil – 2000 – págs. 301/302.
(4) Denominado así en honor al matemático John Nash

 
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