UNIDAD 1.B. METABOLISMO SOCIAL

  1. EL METABOLISMO EN LA SOCIEDAD
    1.1. Metabolismo natural
    1.2. Metabolismo Social
  2. LA TEORIA GENERAL DE SISTEMAS
    2.1. Antecedentes
    2.2. Concepto de Sistema
    2.3. Elementos de un sistema
  3. EL METABOLISMO SOCIAL DESDE LA TEORIA GENERAL DE SISTEMAS
    3.1. El ecosistema natural
    3.2. El medio ambiente artificial

 

 Clase 2


1.1. Metabolismo natural

En el proceso de la vida, las células producen miles de reacciones bioquímicas. Estas reacciones observadas biológicamente se definen como metabolismo celular.

Las reacciones metabólicas transforman las materias primas del medio natural en los componentes que dan función al organismo: los seres se mantienen reemplazando lo perdido por lo nuevo y también cumpliendo sus períodos de crecimiento, reproducción y decrecimiento o vejez.

Este modelo funcional de metabolismo celular, se corresponde, con mayor complejidad en los organismos multicelulares. El concepto biológico de metabolismo, tiene un gran valor como marco de referencia respecto al uso de la energía natural. Explica ingresos, procesos y salidas, que caracterizan la dinámica funcional de todos los seres vivos.

Metabolismo Biológico:

  • Procesos de alimentación (catabolismo)
  • Procesos de construcción de células y tejidos vivos vía biosíntesis (anabolismo).
  • Procesos de regulación que dirigen estas relaciones y su equilibrio.

Asumiendo que el metabolismo es una función biológica, aplicable a todo ser viviente, y se vuelve más complejo en niveles de evolución superior, puede deducirse que las relaciones de mutualidad entre los seres vivos, pueden y deben explicarse mediante conceptos que permiten definir un metabolismo ecológico, entendido como “el uso y el consumo de energía natural disponible para todas las especies en su metabolismo individual y de mutualidad”(12).

1.2. Metabolismo Social

De las pautas anteriores referentes a la mutualidad, se han extendido el concepto y el término metabolismo a las relaciones sociales (metabolismo social), que persigue en forma natural la continuidad de las existencias de diferentes estratos social-biológicos y su equilibrio con el medio, mediante diferentes estrategias de supervivencia.

En la literatura se ha extendido el concepto de metabolismo a todas las actividades de producción artificial humana:

  • Metabolismo económico.
  • Metabolismo industrial.
  • Metabolismo tecnológico.
  • Metabolismo infraestructural.
  • Metabolismo energético
  • Metabolismo cultural.

Rodríguez (2004) alerta Que al no saber distinguir las diferencias entre las funciones naturales, biológicas y ecológicas frente a las mecánicas, lineares y no renovables, devalúan el valor conceptual de metabolismo nacido en las ciencias naturales, donde el mismo concepto es factible de ser analizado en forma empírica”.

Esta visión se remonta a ciento cincuenta años atrás, cuando Kart Marx(13) utilizó la palabra metabolismo (Stoffwechsel) fuera de su empleo en la biología de las células y organismos, para describir las relaciones entre la naturaleza y las sociedades humanas.



Marx fue el primero en introducir el concepto de metabolismo social en el ámbito de la economía y la historia.

A partir de la noción de intercambio metabólico biológico, caracterizó el trabajo humano como la modulación intencional de aquel metabolismo.

Más aún, en alguna oportunidad definió al socialismo como la organización consciente de un intercambio entre el ser humano y la naturaleza “en una forma adecuada al pleno desarrollo humano.”(14)

Existe un fuerte debate en relación al interés de Marx en las cuestiones ecológicas y ambientales. Muchos autores (Rodríguez(15), Martínez-Alier(16), Benton(17), O’Connor(18)) entienden que el marxismo tenía un abordaje productivista, semejante al de los cornucopianos(19) (defensores de una abundancia y progreso ilimitado), ajeno a las necesidades de una relación más armónica con la naturaleza.

Marx y Engels usaron el término "metabolismo de la sociedad" o “metabolismo social” como el proceso producido por el trabajo humano en su actividad productiva de transformación del recurso natural en producto "terminado", explicado como:


La acción humana con vistas a la producción de valores de uso

La apropiación de sustancias naturales para requisitos humanos

La condición necesaria para efectuar el intercambio de materia entre el hombre y la naturaleza.


Al respecto, Rodríguez(20) sostiene que esta forma de metabolismo social, está concentrada en el valor, desde donde se deduce que este planteamiento explica más bien un fenómeno netamente económico, y por lo mismo no alcanza a descubrir las grandes diferencias existentes entre el metabolismo biológico y el definido como económico social.

Es posible que a partir de esta explicación que en realidad se refiere al flujo de energía producto del trabajo humano, el uso de instrumentos, máquinas, medios económicos y normas, fue que posteriormente se acostumbró a medir el desarrollo de las sociedades, mediante el grado de uso de la energía, cualquiera sea el origen de esta, o los daños laterales originados y el aumento acelerado de la entropía.

Por su parte, Martínez-Alier(21) precisa que “… Marx y Engels nunca dijeron, en sus críticas al concepto de rendimientos decrecientes en la agricultura, que la productividad del trabajo y de la tierra dependieran del subsidio exterior de energía. El concepto marxista de «fuerzas productivas» (Produktivkräfte) no usaba la palabra «Kraft» (fuerza) con el significado de energía. Esas fuerzas productivas podían ser fomentadas o frenadas por las relaciones sociales de producción. El capitalismo había supuesto un gran desarrollo de las fuerzas productivas pero causaba crisis económicas por su propia naturaleza, es decir, por la explotación del trabajo asalariado. Las crisis maltusianas de subsistencias no existían. El conflicto entre capital y trabajo llevaría a un cambio del modo de producción. Ésos eran los puntos esenciales de la teoría marxista”. Asimismo, “Marx (…) no mostró interés por el flujo de energía. De esa manera, no vio la diferencia fundamental que Lotka (en los años 1910) iba a señalar entre el uso endosomático de energía en la nutrición humana y el uso exosomático de energía mediante herramientas o instrumentos (productivos o recreativos). Esa diferencia entre el bio-metabolismo y el tecno-metabolismo es básica para entender la ecología de los humanos. Tenemos, como especie, instrucciones genéticas respecto del consumo endosomático de energía en nuestra nutrición pero no con respecto a nuestro uso exosomático de energía (y materiales), que debe ser explicado por la historia, la política, la economía, la cultura, la tecnología. Eso no está desarrollado en Marx ni en los marxistas…”.


Contrariamente, Foster (2000)(22) muestra que los conocimientos de la química y agronomía fueron decisivos para el desarrollo de la teoría de la renta del suelo, en oposición a la de David Ricardo; así como las lecturas de Darwin y los antropólogos fueron también fundamentales en su teoría de la evolución de las sociedades y de las posibilidades de superación del capitalismo. Aún más, el propio análisis del trabajo y sus formas, como esencial en la explicación de la dinámica social, es el punto de partida del distanciamiento físico-natural frente a los otros animales. Así el proceso de metabolismo social es, a un tiempo, un proceso de coevolución entre el mundo físico-natural y las relaciones sociales humanas.


Según Marx(23), "Lo que necesita explicación, o es resultado de un proceso histórico, no es la unidad del hombre viviente y actuante, con las condiciones inorgánicas, naturales, de su metabolismo con la naturaleza, y por tanto, su apropiación de la naturaleza, sino la separación entre estas condiciones inorgánicas de la existencia humana y esta existencia activa, una separación que por primera vez es puesta plenamente en relación entre trabajo asalariado y capital".


Foster afirma que Marx es reiterativo en afirmar que son las propias relaciones capitalistas las que privan a la naturaleza del valor específico, y la convierten en mercancía con precio, por ejemplo, cuando escribe: "Money...has therefore deprived the entire world -both the world of man and of nature- of its specific value"(24).


El debate se extiende en diferentes formas a lo largo de la evolución del pensamiento sociológico; por ejemplo, en 1864 Spencer(25) afirmaba que cuanto mayor es la energía consumida, mayor es el avance de las sociedades, seguido por Wilhelm Ostwald(26), quien sostuvo que cuanto más eficiente es la transformación de energía bruta en energía útil, mayor es el progreso de las sociedades. Por su parte, Max Weber(27) critica estos enfoques de desarrollo y energía y los califica de grotescos, ya que existe una diferencia clara entre la energía vital, producto de lo natural y la energía para logros industriales. Si una producción industrial es más efectiva que una natural es simplemente porque se ha establecido una relación de efectividad que está basada en el sentido pragmático de lo que se entiende por costo y valor económico relativo.


Rodríguez(28) concluye que “Con la llegada del movimiento ambiental, los estudiosos de la sociología, han despertado gradualmente, ante la realidad de los parámetros que establece la naturaleza y su ecología, en sus términos de homeostasis y metabolismo, como las relaciones y consecuencias que de ello devienen e irán a devenir en la sociedad. (Habermas, Giddens, Luhmann, Beck.).

Mediante la teoría de sistemas, se hace factible observar el metabolismo como un proceso funcional propio de estructuras relacionadas por redes de mutualidad y en muchos niveles, tanto naturales como artificiales”.

 
(12) Rodríguez, Julio A. 2004. Condiciones cognitivas para un desarrollo sostenible. Tesis, Centro de Investigaciones para América Latina (CIPAL), Universidad de Gotemburgo, Suecia. En http://supervivir.org.gu.se/jar/indice0.html.
(13) Marx, Karl., 1976 [1867]. El Capital. Libro primero, Grijalbo, Barcelona.
(14) Marx, Karl, 1976 [1867]. Op. Cit. Vol. II p.141.
(15) Rodríguez, Julio A., 2004.Op. Cit.
(16) Martínez-Alier, Joan, 2003. Ecología industrial y metabolismo socioeconómico: concepto y evolución histórica. Economía Industrial 351 (III) 15:26.
(17) Benton, Ted, 1996 The Greening of Marxism. Guilford Press. New York .
(18) O’Connor, James, 1998. Natural Causes. Essays in Ecological Marxism. Guilford Press. New York .
(19) Cornucopia: cuerno de la abundancia, símbolo de prosperidad y afluencia que data del siglo V a.C.
(20) Rodríguez, Julio A., 2004.Op. Cit.
(21) Martínez-Alier, Joan, 2003. Op. Cit.
(22) Foster, John B., 2000. Marx’s Ecology. Materialism and Nature. Monthly Review Press. New York .
(23) Marx, Karl, 1971. Formaciones Económicas Precapitalistas. Cuadernos de Pasado y Presente 20. Córdoba.
(24) Marx, Karl, 1971. Op. Cit.
(25) Spencer, Herbert, 1909 [ 1864 ] . First Principles of a new system of Philosophy. D. Appleton and co. New York .
(26) www.gwhs.phila.k12.pa.us/students/projects/bio/jacob/Main ostwald.html
(27) Weber, Max, 1967. El político y el científico . Alianza .
(28) Rodríguez, Julio A., 2004.Op. Cit.
 
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